PROLOGO:
Ya han pasado cuatro años desde la batalla de los santos y Athena contra Hades, el Dios del Más Allá en Elisión. Durante este tiempo ha reinado la paz en el Mundo......
Pero, algo está a punto de suceder que cambiará eso diametralmente.......
ATHENAS, GRECIA.
Un grupo de arqueólogos e investigadores de fenómenos paranormales se encuentran excavando cerca de las ruinas del Partenón en la Acrópolis; han venido de distintas partes del Mundo a investigar e intentar explicar los extraños sucesos que han ocurrido en el Mundo en los últimos años a raíz del anuncio del torneo intergaláctico de los santos, patrocinado por la Fundación Galard; dirigida por Mitsumasa Kido.
EL SANTUARIO.
En el cementerio algo increíble está sucediendo, los santos dorados ¡han resucitado!
ATHENAS, GRECIA.
Los arqueólogos ya tienen tres meses que empezaron a buscar indicios entre las ruinas y ya casi han perdido el entusiasmo de continuar, los nombres de los investigadores son: Jean Howard; Pierre Lauth; Jurgen Mault; Veronika Petrev y Eduardo Salazar.
Han decidido suspender la búsqueda por ese día y continuar después ya que la noche está por caer y se avecina tormenta.
Sin embargo el arqueólogo Salazar quiere quedarse pues tiene la corazonada de que encontrará algo. Y anima a sus compañeros para que le sigan, pero ellos no cambian de parecer y se marchan dejándolo.....
EL SANTUARIO, CAMARA DEL PATRIARCA.
Los santos dorados tienen una reunión con el Patriarca (Shion).
Aún no se explican como es que están vivos si murieron al tratar de derribar el “Muro de los
Lamentos” en el Mundo de Hades.
Shion lo único que les dice es que ni el mismo sabe como de un momento a otro aparecieron en el Santuario. Y que si están aquí significa que algo terrible está por suceder ya que los santos sólo aparecen cuando el mal amenaza la paz de la humanidad.
Los santos dorados juran que defenderán la paz del Mundo contra cualquier cosa que la amenace. A pesar de eso se preguntan si Athena fue la que los trajo de nuevo al Mundo de los vivos. Kanon propone llamar al maestro Dohko para ir a preguntarle a Athena. Mu parte hacía Rozan.
(Nota: Dohko es el único santo dorado que no fue sepultado en el Santuario.)
ORIENTE, EN UNA PLAYA.
Seiya y su hermana Seika se hallan conversando sobre el tiempo en que llevan juntos. Seika le comenta que tiene un extraño presentimiento de que pronto se separarán de nuevo. Seiya le dice que nunca permitirá que eso vuelva a suceder.
KOTEK, SIBERIA.
Hyoga por fin ha logrado sacar de las profundidades del mar de Siberia a su madre y le ha construido un ataúd de hielo para que descanse en paz y se conserve su cuerpo como hasta ahora.
Hyoga se despide de su madre y se dirige a oriente a visitar a sus viejos camaradas.
CASCADA DE ROZAN, CHINA.
Shiryu y Shunrei acaban de enterarse de que el maestro Dohko ha regresada de la muerte y aunque no se explican como sucedió eso se alegran de que este nuevamente con ellos.
Justo en ese instante aparece ante ellos Mu de Aries.
Tanto Shiryu como Dohko se sorprenden al verlo. Mu les dice que ha venido por el maestro Dohko por que el Patriarca ha convocado a todos los santos dorados para que se reúnan en el Santuario. Dohko le pregunta si todos los santos de oro han revivido, Mu le contesta que sí; aunque al igual que el aún no saben como pasó. Por eso es que es necesaria su presencia ya que le preguntarán a Athena.
Shiryu le comenta que Athena ya no tiene su cuerpo mortal tras la batalla con Hades, que ahora sólo existía en espíritu.
Mu le contesta que lo saben y por eso quieren consultarla.
Dohko se despide de Shiryu y Shunrei y se va con Mu. Shiryu decide partir a Oriente en busca de Seiya a pesar de la oposición de Shunrei........
EN ALGUN LUGAR DEL JAPÓN...
Shun tras separarse de Ikki se ha dedicado a ir de un lugar a otro tratando de encontrarle un propósito a la vida. Preguntándose si el haber sido elegido por el Dios Hades para reencarnarse es un episodio en su vida que ya no se habrá de repetir.
Al mismo tiempo en el fondo de su corazón añora esos días en los que al lado de sus inseparables amigos combatía al mal muy a pesar de detestar la violencia. Tras pensarlo un momento, decide ir a visitar a Seiya al orfanato.
MIENTRAS TANTO EN ATHENAS...
El arqueólogo Eduardo Salazar a pesar de que ya está anocheciendo no ceja en su empeño de encontrar indicios de algo importante.
-“Estoy seguro de que los últimos sucesos extraños que ha habido tienen una relación estrecha con el mundo mitológico griego. Desde que asistí a aquel torneo de guerreros con armaduras en Japón y ver de lo que eran capaces de realizar, me he obsesionado con eso. También esta el diluvio de hace un par de años; sin contar con aquel Eclipse de Sol que no estaba previsto.
Todo eso estoy seguro que está conectado entre sí, y yo ¡voy a demostrarlo!”.
Pensaba para sí mismo.
Metido en sus pensamientos estaba cuando de pronto se sucita un temblor, Eduardo se sorprende por que su sismómetro no lo registra y enseguida preso del pánico sale del templo en el que estaba. Se vienen abajo varias columnas y ruinas en las cercanías a él; sin embargo el fenómeno no dura más que unos segundos y luego todo vuelve a la normalidad.
Afortunadamente el arqueólogo salió ileso del temblor. Y cuando se incorpora para ver los daños causados por el mismo se percata de que entre las ruinas algo salió a la luz al derrumbarse algunas columnas.
-“Es una urna de oro”. Comenta.-“Y tiene algo inscrito, si no me equivoco es una especie de dialecto griego que hablaban los antiguos Aqueos; casi estoy seguro que data de fines de la “Edad de Hierro” ”. Se lee: -“En esta urna se encuentra el espíritu del Dios Todopoderoso, omnipotente y omnipresente Zeus, el cual ha estado dormido desde tiempos mitológicos cuando le entregó los dominios universales a Poseidón, Hades y Athena”.
La curiosidad lo mataba por abrir la urna y, finalmente se siente en todo el Mundo, todos lo sienten. Un cosmos escapa de la caja y entra en el cuerpo del desconcertado arqueólogo, el cual se rodea de una luz brillante.......
EL SANTUARIO, GRECIA.
Los santos dorados han sentido el cosmos gigantesco que lo cubría todo.
Dohko comenta que algo terrible está por suceder. Que los santos tal vez enfrentarán la amen-aza más terrible de todas las que hayan enfrentado.
DE VUELTA EN ATENAS.
El arqueólogo está sorprendido de lo que le sucedió.
-“¿Qué fue lo que me pasó?”. Se pregunta. –“Es como si toda la energía y poder del Universo recorriera mi cuerpo; siento que con sólo desearlo puedo hacer cualquier cosa por imposible que sea”. Se dice a sí mismo.
En ese momento alguien aparece ante él. El recién llegado le dice que ha llegado el momento.
Eduardo se extraña pues el hombre que ha llegado no es otro que su compañero Jean Howard.
Jean le explica que ese fue sólo un disfraz que utilizaron para despertarlo.
-“¿Utilizaron?”. Pregunta Eduardo. En ese instante se les unen los otros investigadores que le
acompañaban.
Le dicen que sólo deseaban que se diera cuenta que era la reencarnación de Zeus, el rey de los Dioses del Olimpo. Y le dicen sus verdaderas identidades: ¡Son los Dioses del Olimpo!
Le invitan a venir con ellos al Olimpo. El arqueólogo no da crédito a lo que oye, pero, la repentina aparición de una reluciente armadura le hace convencerse.
Un momento después todos parten al Olimpo......
Fin del Prólogo..........
VOLUMEN I.
CAPITULO I: ¡EL REGRESO DE LA DIOSA ATHENA!
¡EL ULTIMÁTUM DE ZEUS A LA HUMANIDAD!
Más allá del tiempo y el espacio donde ningún mortal ha llegado jamás, se encuentra el hogar de los Dioses: ¡El Monte Olimpo!
Este día es el más esperado desde la era de la utopía mitológica, pues en este día Zeus, el rey de los Dioses ocupará su trono nuevamente.
A su llegada al Olimpo Eduardo es recibido por el único Dios que no estaba entre los que acompañaron, se trata de Ares el Dios de la Guerra. El soberano es conducido a su templo en el le esperan sus súbditos; ¿ ¡ Los Doce Olimpianos ! ?
De izquierda a derecha se presentan ante él: Altair de Ganímedes; Vane de Pólux; Dagr de Cástor; Gad de Odiseo; Icaro de Perseo; Aser de Aquiles; Bold de Jasón; Tómax de Orión; Armand de Hércules; Dharma de Diomedes; Neir de Ayax y Dido de Belerofonte
EL SANTUARIO DE GRECIA.
Los santos dorados se encuentran en la habitación contigua a la cámara del Patriarca para hablar con el espíritu de Athena y preguntar si fue ella quien los revivió.
ORIENTE, EN LAS AFUERAS DE LA MANSIÓN KIDO.
Por fin, después de mucho tiempo; Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun se encuentran. Increíblemente
Ikki también llega en ese instante.
Los cinco se alegran de verse y tras intercambiar algunas palabras, Shiryu les dice lo de los Santos dorados. Todos responden que ya lo sabían. Seiya les recuerda el juramento que hicieron ante Saori después de la batalla con Hades.
TRES AÑOS ATRÁS...
Seiya se encontraba paseando en la playa pensando en su pasada vida como santo de Athena. Entonces se encuentra con Shun quien también se sentía nostálgico por aquel tiempo de batallas. Juntos recuerdan sus peleas, pero no las que libraron con Saga, Hilda, Poseidón, Abel ó Hades, sino las que libraron entre ellos en el torneo galáctico. Seiya le pregunta a Shun si sabe donde está Ikki, pero éste le dice que no lo sabe, pero que confía en que este bien. A continuación hablan de Hyoga, y de lo que éste les dijo antes de partir a Siberia: “Do cvidanija”. Seiya dice que probablemente no se reunirán jamás, pero Shun le explica que además de “Adiós”, esa frase quiere decir “Hasta luego”. De repente sienten un cosmos llamándolos. Al mismo tiempo en Siberia Hyoga lo siente y Shiryu en los cinco picos también deciden ir a Oriente.
Sorprendentemente los cuatro se reúnen de nuevo y se dirigen a la mansión Kido. Entonces aparece Ikki y se les une. Reunidos todos alrededor de una estatua de Athena que se encontraba a las puertas de la mansión, Saori se les aparece como una especie de imagen astral y les agradece todo lo que han hecho por ella, pero que aunque ella no esté en su cuerpo mortal, deberán seguir defendiendo a la Tierra en su nombre, de las fuerzas del mal. Los cinco juran que lo harán.
DE VUELTA AL PRESENTE.
SANTUARIO, GRECIA.
Seiya y los demás son conducidos por Tatsumi, quien les permitió poder entrar a la mansión e ir a visitar el Planetario.
Seiya dice que este lugar le trae recuerdos de Saori y de algo que nunca le pudo decir. Justo en ese momento, ¡Saori aparece ante ellos con su cuerpo mortal! ¡Súbitamente los santos dorados también aparecen en el Planetario! Seiya y los demás están sorprendidos por lo que ha ocurrido.
Justo en ese instante entra al cuarto del Planetario, Tatsumi, quien le iba a informar a Seiya y los otros que en la televisión estaban transmitiendo que en todo el Mundo había desastres, terremotos, olas gigantescas, huracanes y erupciones volcánicas. Tatsumi se sorprende al ver a Saori de nuevo.
Athena dice a sus santos que deben hacer algo antes de que el Mundo sea destruido. Al mismo tiempo piensa en quien puede ser el culpable de todo lo que está sucediendo en la Tierra.
Saori tiene una premonición, una palabra aparece dentro de su mente.
Sin embargo no quiere decir nada a los santos.
En ese momento truena el cielo de una manera que parece como si se fuera a partir el firmamento. Una voz se escucha en todo el Mundo: -“Habitantes del planeta, les habla Zeus, su amo.
Como ya han visto, mi poder es absoluto e ilimitado. Lo que están experimentando ahora no es nada comparado con lo que les espera; mi castigo divino, el diluvio de Gigabreak borrará de la faz de la Tierra a todos los infieles y establecerá mi utopía como en la era mitológica”.
Después de escuchar el ultimátum de Zeus, Saori recuerda su premonición y la palabra en su mente: ¡Zeus!
Los santos dorados se quedan cabizbajos. Seiya les dice que tienen que buscar a Zeus para detenerlo, pero Dohko le dice que todo está perdido. Sí Zeus es el enemigo ya no hay nada que se pueda hacer.
Seiya no puede creer lo que ha oído del maestro Dohko.
CAPITULO II: LA HEROICA DEFENSA DEL SANTUARIO,
ENCONTREMOS EL HOGAR DE LOS DIOSES.
ESPARTA, GRECIA.
Julián Sólo se encuentra parado en el balcón de su casa, mantiene la vista fija en el Cabo Sunion; Sorento le acompaña.
De pronto Julián le dice a Sorento algo que lo deja atónito, ¡quiere que libere a Poseidón! Alguien más llega y les dice que está de acuerdo.
¡Es Kanon, y trae el jarrón!
EL OLIMPO.
Eduardo de Zeus es informado por sus subordinados acerca de la existencia de los santos de
Athena y de cómo derrotaron a Poseidón, Apolo y Hades. Zeus ordena destruir el Santuario de Grecia. Ares y algunos olimpianos se harán cargo.
ORIENTE, MANSIÓN KIDO.
Los santos y Athena se preparan para ir al santuario del Cielo; sin embargo se preguntan, ¿En donde se encuentra? Shion comenta que está en el Monte Olimpo.
Shaka agrega que sólo los Patriarcas de los Santuarios del Más Allá, del Mar y la Tierra saben como llegar, y no sólo eso si no que según la leyenda; únicamente los Dioses pueden entrar a ese lugar sagrado.
Dohko le pide a Shion que les cuente.
-“Hay una montaña en los límites del Santurio, la Colina Ida. Allí es donde se unen todos los vientos; norte, sur este y oeste.
En la cima está el...” –“Templo de Starhill”. Agrega Saga.
-“Así es”. Contesta Shion. –“En ese lugar es donde se predice desde la antigüedad el futuro de la humanidad por los movimientos de las estrellas, ahí es donde está la entrada al Santuario del Cielo”. Concluye Shion.
EL SANTUARIO, LAS DOCE CASAS.
Es una noche tranquila, cuando de pronto un relámpago surca el cielo y se estrella contra la Casa de Aries...
El lugar que desde tiempos inmemoriales había estado en pie, ahora ha desaparecido.
¡Los Olimpianos y Ares han llegado al Santuario!
TEMPLO DEL APOLO, DIOS DEL SOL.
Donde todo parecía ruinas sin vida, algo surge de nuevo.
¡Es Apolo que ha regresado a la vida! Poseidón le informa que él lo revivió para una misión.
Abel de Apolo está asombrado.
ORIENTE.
Los santos dorados se han dado cuenta de la invasión al Santuario y se aprestan a regresar.
Seiya y sus amigos quieren ir con ellos pero Athena se los impide encerrándolos en unas burbujas de energía.
Shion les dice a los santos dorados que no puede dejarlos ir al Santuario a combatir... no sin antes reparar sus armaduras. Ya que si tienen que ir a pelear al Olimpo necesitarán más poder. Shaka ofrece su sangre para repararlas, puesto que él tiene el octavo sentido y ya se le puede considerar como un Dios. Todos acceden.
MIENTRAS TANTO EN EL SANTUARIO.
Los santos de plata y bronce liderados por Shaina, Marín, Jabú y los otros, se enfrentan a los invasores, pero todo parece indicar que el Santuario será destruido ya que los santos caen como moscas a pesar de que sólo un Olimpiano está peleando.
Finalmente, Marín, Shaina y los santos parecen derrotados pero no se rinden.
Shaina reta a Neir de Ayax, quien ha vencido a todos los santos de plata. Ella lo ataca con su:
“Garra de Trueno” pero Neir sin necesidad de mover un solo dedo le regresa su poder. Le advierte a Shaina que aunque sea mujer no le interesa, la exterminará sin compasión con su terrible “¡Ataque de Electroshock!”
El ken está a punto de dar en Shaina sin remedio, pero, en el último instante la santo femenina desaparece a la vista de todos; para aparecer después en brazos de ... ¡Aioria de Leo!
Y no sólo Aioria ha llegado, los demás santos dorados han arribado al Santuario para protegerlo.
Los Olimpianos y Ares les comunican que habían pensado que les tenían miedo y por eso no daban la cara a pesar de que el Santuario estaba siendo atacado.
Aldebarán de Tauro se enfurece al oír esto y reta a los servidores de Zeus a pelear contra él todos al mismo tiempo.
Mu previene a Aldebarán para que no combata solo, pero, Tauro no entiende de razones y ataca a Ares con su “Gran Cuerno”. Ares lo atrapa con una sola mano y le dice: -“Es un truco de niños este ken, ¿De verdad crees que con este nivel de poder vas a vencerme? ¡Debes estar loco! ”.
En ese momento todo se oscurece y de la mano de Ares sale un rayo que atraviesa al santo de Tauro carbonizándolo desde adentro y destruyendo su armadura. El santo dorado cae muerto al instante.
Una vez hecho esto los Olimpianos se presentan: Neir de Ayax; Dido de Belerofonte; Tómax de Orión y Bold de Jasón.
Máscara de Muerte se harta de la actitud de los invasores y les dice que el próximo en combatir será él.
-“Entonces Dido de Belerofonte será tu oponente”. Agrega un Olimpiano.
Cáncer le dice que se arrepentirá de haber sido su rival, ya que ahora sentirá las “¡Olas Infernales!”.
Dido es alcanzado por el ken y es transportado a las puertas del otro Mundo, el santo de Cáncer también se teletransporta para acabarlo. Mu detecta que el nivel del Olimpiano es mayor al del santo de Athena; así que le dice a Shura que lo va a teletransportar para que ayude a Cáncer en su pelea.
CABO SUNION, GRECIA.
Poseidón y Apolo están listos para ir combatir a Zeus al Olimpo y sus guerreros irán al Santuario.
EN OTRO LUGAR, LEJOS DE AHÍ.
Athena, Shion y el maestro Dohko deliberan la posibilidad de avisarle a Seiya y a sus amigos de lo que está pasando y deciden no involucrarlos. Sin embargo ya es demasiado tarde, ya que los santos de bronce están en camino...
EL OTRO MUNDO.
Máscara de Muerte y Dido pelean después de que el santo de Cáncer los trajera a ambos al otro Mundo.
Dido ataca al santo dorado con su terrible: “Plasma de Quimera”, el cual es esquivado con facilidad por Cáncer.
-“¿En serio crees que con ataques como ese vas a derrotarme?”. Pregunta Máscara de Muerte.
-“Aún no has visto nada”. Contesta Dido.
El Olimpiano le dice que el “Plasma de Quimera” no es un truco tan simple como supone, ya que lo puede manejar a voluntad. En ese instante aparece Shura de Capricornio quien vino a ayudar al santo de Cáncer.
Dido acaba de hablar a Máscara de Muerte cuando de pronto regresa el “Plasma de Quimera”,
Shura trata de alertar a Cáncer pero ya es demasiado tarde, el poder penetra en el cuerpo del
Santo dorado el cual estalla en mil pedazos ante la mirada atónita de Shura.
Con la derrota de Cáncer, Dido regresa al mundo de los vivos pero Shura aún no.
El santo de Capricornio le pide a Mu que lo regrese para vengar a Máscara de Muerte.
Shura aparece justo enfrente del Olimpiano y le dice que el lo derrotará.
Dido amenaza al santo dorado con su “Plasma de Quimera”.
-“¿Crees que me vas a vencer con el mismo truco? ¡Que poco conocimiento tienes de los santos de Athena!”. Comenta Shura.
Aún así, Dido dispara su ken contra Shura.
El santo se prepara para afrontar el ataque. En el momento en que Dido dispara, usa su poderosa: “¡Excalibur!”; Logra dividir el ken en varios pedazos.
Dido ríe y le dice que eso no le servirá de nada, ya que hará más terrible su muerte.
-“Escucha lo que te voy a decir: Aunque me destruyas no moriré solo, te irás al Infierno junto conmigo”. Exclama Shura.
El Olimpiano se sorprende al oír eso pero aún así ordena a sus plasmas eliminar al santo de
Athena.
Shura usa su velocidad luz y aprisiona a Dido. El Olimpiano no puede creer lo que ha hecho,
Le pregunta si cortar el plasma fue a propósito, él le contesta que sí y le recuerda lo que le advirtió: -“Aunque me destruyas no moriré solo, te irás al Infierno junto conmigo”.
Shura sonríe por que sabe que aunque muera derrotará a uno de los Olimpianos, así que tras
Despedirse de sus compañeros les encomienda el cuidado de Athena. En ese instante el “Plasma de Quimera” golpea a ambos destruyéndolos instantáneamente...
CAPITULO III: ¿LAS TROPAS DE POSEIDÓN Y APOLO, SERAN AMIGOS O ENEMIGOS?
EL SANTUARIO.
Los ocho santos dorados que quedan están frente a frente ante los enviados del Olimpo.
-“Muy bien, ¿Quién será el siguiente?”. Cuestiona Neir de Ayax.
-“Yo seré el que acabaré contigo y vengaré a todos los santos caídos hasta ahora”. Responde
Aioros de Sagitario.
El santo de Sagitario le dice a los demás que no se vayan a meter en su pelea. Aioria le desea suerte...
El combate es muy parejo hasta que Aioros usa su ken: “¡Trueno Atómico!”, el cual es repeli-
Do con facilidad por Neir; quien contraataca con su: “¡Ataque de Electroshock!”.
Aioros no hace nada por esquivarlo y le da de lleno...
El Olimpiano ríe y dice:-“¿Acaso este el poder de los santos dorados? ¡Son una basura!”.
Neir se da la media vuelta para retar a los otros santos dorados; pero en ese momento para su sorpresa, Aioros se levanta y lo toma por la espalda abrazándolo. Al tiempo que le dice a su hermano Aioria: -“Perdóname hermano, por no poder quedarme contigo pero yo sé que mi tiempo ya pasó y estoy sólo viviendo tiempo prestado. Y tu deber de ahora en adelante será pelear por Athena. Yo me despido, mi vida no vale nada comparada con todos los inocentes que voy a salvar al acabar con este maldito”.
Aioria le grita que no lo deje... pero es demasiado tarde, Aioros se despoja de su armadura y enciende su cosmos hasta el punto de hacerlo estallar... Una tremenda explosión ocurre que los envuelve a los dos...
Sólo una espesa cortina de humo y un gran cráter quedan en el sitio de la explosión. Aioria llora la muerte de su hermano, cuando de entre el humo sale una silueta; se para frente a él, y el humo se disipa... Es... ¡Neir de Ayax!
Así es a pesar del sacrificio de Aioros, el Olimpiano salió ileso.
Neir ríe diciendo: -“¡Ese Aioros era un tonto! ¿En verdad pensaba que haciéndose estallar a sí mismo me derrotaría?”.
En eso se escucha una voz diciendo: -“Tal vez hayas derrotado a Aioros, pero ahora te enfrentaras a mí”. Es la voz de Aioria; quien reta al Olimpiano a un combate a muerte.
Neir acepta diciéndole que acabará como su hermano, reducido a cenizas.
El santo de Leo amenaza que combatirá con el 100% de su poder; los santos dorados quedan atónitos.
Mu pregunta si se ha vuelto loco, a lo que Aioria responde que para eso necesita su ayuda.
Aioria pide a Mu que los teletransporte a él y al Olimpiano a una realidad paralela donde puedan pelear sin restricciones. Mu accede.
-“¿En donde demonios estamos?”. Pregunta Neir.
-“En el lugar que será tu tumba”. Contesta Aioria.
Neir dice que puede perder más el tiempo así que lo va a derrotar con su gran ataque: el “Ataque de Electroshock”. Para su sorpresa, el santo de Leo detiene el ken con una sola mano.
-“Un truco visto una vez por un santo de Athena, no sirve en segundas ocasiones. Ya he visto el
tuyo por lo tanto no me hace el menor daño; ¡Ahora prueba tu propio ataque!”. Exclama Leo.
Neir recibe su propio ken y sale disparado por los aires. Enseguida Aioria le dice que eso no es nada de lo que le espera. Pagará por la muerte de cada santo que cayó ante él.
Neir lo ve acercarse con una mirada de terror al sentir el cosmos del santo dorado lleno de el
más intenso odio y rencor hacia él.
-“¡Ahora empezaré!”. Grita Aioria.
-“Este golpe es por las personas inocentes que has matado”.
-“Este es por los santos de plata”.
-“¡Y este es por mi hermano Aioros!”. “¡Plasma de Relámpago!”
Neir no puede detener el tremendo poder de Aioria y es destruido por completo. Al momento de la derrota del Olimpiano, el santo de Leo es transportado por Mu de regreso a la Tierra.
Los Olimpianos restantes juran que pagarán los santos dorados por las muertes de Neir y Dido; y cuando Bold de Jasón se encarrera para atacar, pero es golpeado por un ken y es estrellado contra un muro... Sí, así es; los guerreros de la Corona; Kanon y Sorento han llegado. Los santos se preguntan si son amigos ó enemigos...
CAPITULO IV: ¡EL RAPTO DE ATHENA!
LA LLEGADA A STARHILL DE LOS SANTOS DORADOS.
Los santos dorados están sorprendidos ya que no saben que pensar respecto de la llegada de los Generales Marina y los guerreros de la Corona. Kanon les dice que no se preocupen, ellos
Están aquí sólo para ayudarlos contra los esbirros de Zeus. También les dice que en estos momentos, Apolo y Poseidón se dirigen al Olimpo para confrontar a Zeus; pero que van a necesitar de toda la ayuda posible por lo que ellos se quedarán a defender el Santuario mientras se van al Olimpo a derrotar a Zeus. Los santos recelosos de esto parten hacia Starhill; donde se encuentra la entrada al Olimpo.
ORIENTE.
Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun se han quedado en compañía del maestro Dohko, Shion y Saori.
Se encuentran preocupados por lo que estará sucediendo en el Santuario. Justo en ese momento algo increíble sucede; para sorpresa de todos alguien aparece ante ellos... ¡Es Zeus!
-“Vengo a llevarme a Athena, y nadie me lo va a impedir”. Exclama Zeus.
Saori encierra en unas burbujas de energía a todos sus santos y a Tatsumi para confrontar al señor de los Dioses ella sola. Sin embargo su cosmos no es rival para Zeus, y éste la derrota fácilmente.
Zeus toma a Athena y con un solo pensamiento destruye la mansión y kilómetros a la redonda.
Después de esto se marcha. Gracias a las burbujas, Seiya y los otros sobrevivieron. Pero ahora ya saben del poder del señor del Olimpo...
El maestro Shion les comunica que Athena ha decidido que está vez los santos de bronce no intervendrán en está batalla. Seiya amenaza con intervenir sin el consentimiento de Saori; pero el maestro Shion lo reprende diciéndole que se va a llevar a los cinco a un lugar donde no podrán hacer nada, pero estarán a salvo. Los santos de bronce se niegan, sin embargo ya es demasiado tarde y desaparecen junto con Shion y Dohko.
EL SANTUARIO.
Bold de Jasón se recupera del ataque de Kanon. Promete que lo hará pagar por todo.
Kanon le dice que nunca lo vencerá con ese nivel de poder, el Olimpiano sólo ríe.
LA COLINA IDA.
Los santos dorados ya han llegado al templo de Starhill, Shion está con ellos. Le cuestionan sobre los santos de bronce; el les responde que están bien, en un lugar seguro. También les cuenta lo del rapto de Athena a manos de Zeus.
Todos se preparan para entrar al enigmático templo. Milo pregunta a Shion si alguna vez ha entrado a Starhill y éste le responde que sólo una vez y no le trae buenos recuerdos (Fue cuando Saga lo asesinó). Saga les dice a todos que no se preocupen, él ya ha entrado y no es nada del otro mundo. Shion introduce la llave en la cerradura y la puerta lentamente se abre...
Los santos dorados entran a excepción de Shion, él tiene una misión más importante que llevar a cabo.
VOL. II.
CAPITULO I: EL ACERTIJO DE LA ESFINGE.
Los santos dorados ya están dentro de Starhill y se encuentran con una estatua gigantesca que está en el centro del templo, es una Esfinge. De pronto algo pasa, se cierran las puertas y se quedan encerrados. Tratan de buscar otra salida pero sólo hay una, la que se acaba de cerrar.
De pronto se escucha una voz en la habitación que se burla de ellos y les dice que de ahí no van a salir con vida. También les comunica que a partir de Starhill están los dominios de Zeus, el Rey de los Dioses; y que mientras estén en esa habitación no podrán usar sus poderes.
Los santos le dicen que sea quien sea no se esconda y que de la cara. El sólo les contesta que ninguno saldrá vivo de ahí, ya que tendrán que resolver su acertijo primero.
-“¡¿Acertijo?! ¿Quién eres?”. Preguntan los santos.
-“¿Acaso no pueden verme? ¡He estado frente a ustedes todo el tiempo y no me han visto!”.
Contesta la voz.
Los santos dorados se ponen en guardia; de izquierda a derecha: Mu de Aries; Saga de Géminis; Aioria de Leo; Milo de Escorpión; Camus de Acuario y Afrodita de Piscis.
MIENTRAS EN EL SANTUARIO.
Continúa la lucha mortal entre los guerreros de la Corona; acompañados por los Generales Marina, contra los Olimpianos y Ares, Dios de la Guerra.
Tómax de Orión empieza a combatir con Yao de Lince-Leopardo.
Yao es el primero en atacar con una gran gama de golpes, Tómax sólo se limita a esquivarlos para después arremeter con su “Lanza de Luz”. El coronis logra eludir todos los ataques, pero Tómax le dice que aunque haya esquivado la lanza, sólo el aire mismo de está le ha cortado su ropaje. Yao se mira y se da cuenta que es cierto lo que dijo. Sin embargo comenta que aún no termina ésta batalla.
STARHILL.
Los santos dorados se han dado cuenta que la voz proviene de la estatua de la esfinge que está en el centro del templo.
La estatua les vuelve a decir lo del acertijo. –“Para llegar al Olimpo deben responder al acertijo para que aparezca ante sus ojos la puerta invisible que los conducirá al reino de Zeus”.
La Esfinge pregunta si ya están listos para escuchar y resolver el acertijo. Los santos contestan que sí.
-“Muy bien, entonces díganme: ¿Cuál es el animal que en la mañana anda en cuatro patas, por la tarde en dos y por la noche en tres?”. Pregunta la Esfinge.
EL SANTUARIO.
Yao ha sido herido en repetidas ocasiones por la lanza de luz de Tómax de Orión, sin embargo el Coronis contraataca con su “Lince Reluciente”, pero para su sorpresa el Olimpiano lo para con su escudo. Después de esto, Tómax ataca a Yao con su “Patada de Barreno” con la que le hace añicos su ropaje y lo envía a volar lejos...
No muy lejos de ahí Kanon se encuentra combatiendo con otro Olimpiano, se tata de Bold de
Jasón.
Bold está cansado de que Kanon sólo este esquivando sus golpes y no ataque, así que va a usar una de sus técnicas especiales. Kanon le advierte que haga lo que haga no lo vencerá.
El Olimpiano ataca, pero justo enfrente de Kanon se divide en dos cuerpos; aún así no es capaz de alcanzar al santo. Arremete de nuevo pero ahora en cuatro con el mismo resultado.
Kanon le dice que aunque fueran cientos, ni aún así lo vencería.
Bold se enfurece al oír las palabras del santo y por esa ofensa usará su más poderoso ken: “El Golpe de Maremoto”. Por fin Kanon es alcanzado por primera vez por Bold.
Para sorpresa del Olimpiano, Kanon no sufrió daño alguno por el ken; al contrario está desilusionado por su nivel como Olimpiano.
-“Aún no he visto a todos los Olimpianos en acción, pero estoy seguro que tu eres el más debil.”. Exclama Kanon.
El santo de Athena le dice que se prepare por que va a usar su más terrible ataque:
“¡La Explosión de Galaxias!”.
El estruendo del ken se escucha a kilómetros a la redonda y el cuerpo de Bold sale disparado por los aires... Sin embargo a pesar del poder no sufrió daño alguno.
-“¡Ja, Ja, Ja! ¿En verdad pensabas que me ibas a derrotar con ese ataque? Nunca podrás lograrlo mientras tenga puesta esta armadura Kamei”. Se jacta Bold.
Kanon le responde que no tiene la intención de destruir la armadura sino a su dueño. Así que no se molestará en matarlo, mejor lo va a hacer vagar en: ¡Otra Dimensión!
-“¡Toma mi poderoso: “¡Triángulo Dorado!”!”.Exclama amenazante el santo.
Bold no puede contener el ken y es irremediablemente enviado a otra dimensión.
Mientras tanto, Yao está a merced de Tómax de Orión después de haber recibido la Patada de Barreno; pero cuando Tómax se dispone a rematarlo, Belenger lo aprisiona con sus cabellos y Atlas ordena a Yao levantarse y después atacar juntos con sus poderes más fuertes...
Sin perder tiempo lo hacen al unísono lo cual provoca la derrota irremediable de Tómax.
Con esto sólo queda derrotar a Ares, el Dios de la Guerra...
CAPITULO II: ¡UNAMOS TODOS ESFUERZOS ANTE EL PODER INIMAGINABLE DEL DIOS DE LA GUERRA!
STARHILL.
Mu; Camus; Afrodita; Aioria; Milo y Saga están ante el dilema de resolver el acertijo que les puso la Esfinge.
Todos están confundidos con lo que preguntó la Esfinge.
-“El animal que anda en cuatro patas en la mañana...”Dice Camus.
-“...Dos patas en la tarde...”. Agrega Milo.
-“...Y tres patas en la noche”. Acompleta Afrodita.
-“¡Ya basta! Se acabó el juego, ¡Yo lo sé!”. Exclama Mu.
-“Te escucho”. Dice la Esfinge.
-“Es muy sencillo, la respuesta es: ¡El hombre! Porque anda en cuatro patas en la mañana,
cuando es aún un bebé y gatea; anda en dos en la tarde, cuando ya es un adulto; y en tres en la noche, cuando está en la vejez y tiene que usar bastón”. Responde Mu.
La Esfinge les dice que han resuelto el acertijo y ahora ya pueden tener acceso al Olimpo. Pero que hay un pequeño problema, para llegar tendrán que demostrarle que son dignos de tal honor. En ese momento la estatua se hace pedazos, y de ella sale un hombre...
EL SANTUARIO.
Ahora que han sido derrotados todos los Olimpianos que invadieron el Santuario, ya sólo queda el poderoso Dios de la Guerra, Ares.
Kanon le dice a Ares que se rinda ya que ni él podrá sólo contra todos.
El Dios bélico se burla de tales palabras.
Belenger se ofrece para derrotarlo. A lo que exclama Ares: -“¡Tonto! Como te atreves a querer
pelear contra mí tu solo. Eso sería una locura, porque a pesar de ser un Coronis; eres aún un
simple mortal. ¡Y yo soy un Dios!”.
Belenger hace caso omiso a las palabras de Ares y lo ataca con sus cabellos, pero en el último instante antes de tocar al Dios, los cabellos se vuelven en contra de Belenger, lastimándolo en serio y destruyendo su ropaje.
Atlas y Yao están sorprendidos por lo que pasó, por lo que atacan llenos de ira a Ares. Este ni
se molesta en esquivar el ataque. Al ver su actitud, los coronis aumentan el poder de su ken para darle con más fuerza a Ares. Como era de esperarse sus ataques se volvieron contra ellos, y para demostrar su poder; Ares hizo que se cruzaran sus poderes, es decir el de Yao dio en Atlas, y el de éste en Yao.
Kanon y los demás no dan crédito a lo que les hizo Ares a los Coronis.
Ares les dice que no se sorprendan porque no ha usado ni una cuarta parte de su poder.
Kanon dice que ahora es su turno, y pide a todos que no intervengan. Ares le advierte que lo va a aplastar con todo su poder. Pero en ese momento los Coronis intervienen diciendo que ellos se encargarán de derrotar a Ares. Ares dice a Kanon que lo espere un momento que esto no le va a llevar mucho tiempo.
Sin embargo los guerreros de Apolo se ven muy convencidos de su victoria. Kanon les pregunta que tienen planeado hacer, a lo que le contestan que usarán la última técnica de los Guerreros de la Corona.
-“Así como ustedes tienen la Exclamación de Athena, como última opción; nosotros contamos
con la: “¡Extinción de la Corona solar!”. Dicen los Coronis.
El Dios de la Guerra no puede creer que vayan a usar una técnica tan poderosa como esa, ya que sabe que el que la haga morirá junto con su oponente...
En ese instante, Shion; Seiya y sus amigos arriban al Santuario.
-“¡Extinción de la Corona solar!”. Gritan los tres Coronis a la vez.
Al darse cuenta Shion de lo que van a hacer crea su “Muro de Cristal” para proteger a todos los que estaban alrededor; y los eleva hacía el cielo con su poder mental.
El impacto del ataque es catastrófico, donde estuvo alguna vez el Santuario ya sólo queda un enorme cráter inmensamente profundo que parece no tener fin. De los guerreros de Apolo; sólo cenizas quedan... Sin embargo en el centro del cráter hay algo, es decir alguien...
¡Es Ares! El cual salió ileso del ataque.
Tanto Shion como Kanon y los santos de bronce no entienden como pudo sobrevivir Ares a tal
técnica. Ares voltea hacía arriba y le dice a Kanon que es su turno. El santo dorado se alista a combatir ante la insistencia de Seiya y los otros de ayudarlo, pero en ese instante...
Uno de los Dioses del Olimpo se comunica telepáticamente con Ares diciéndole que se le necesita en el Santuario del Cielo, ya que los santos de Athena han llegado al Monte Olimpo. Ares comprende el mensaje y le dice a Kanon que debe darle gracias a su buena suerte de que él se tenga que marchar al Olimpo. Después de esto, Ares se desvanece...
Seiya dice que no deben perder más tiempo; ya que hay que ir a ayudar a los santos dorados al Olimpo. Shion les dice que él los llevará.
CAPITULO III: LA MORTAL BATALLA EN STARHILL, LA LLEGADA DE LOS SANTOS DORADOS AL OLIMPO.
STARHILL.
Los santos dorados han resuelto el acertijo que les puso la esfinge, pero ahora se encuentran ante otro nuevo obstáculo. Pues de la esfinge ha salido un hombre y no saben de quien se trata; y si es amigo o enemigo.
El extraño les dice que no van a poder salir de ahí con vida, porque en Starhill los santos no pueden usar sus poderes ni cosmo. Y así no son rivales para un Olimpiano de Zeus.
-“Yo soy Armand de Hércules, uno de los doce Olimpianos que sirven a Zeus”. Dice.
Los santos dorados se encuentran entre la espada y la pared ya que no pueden usar su cosmo ni poderes y tienen como oponente a uno de los Olimpianos de Zeus.
Aioria; Saga y Milo atacan a Armand al mismo tiempo, pero sus ataques no sirven de nada en
contra del Olimpiano.
Camus le dice a Mu y Afrodita que tienen ninguna oportunidad contra él. Armand sólo se ríe de ellos diciendo: -“¿Y éstos son los temibles santos de Athena que derrotaron a Hades?”.
-“¿Entonces no harán el intento por derrotarme?”. Pregunta Armand.
El Olimpiano les recuerda que si no lo vencen no podrán llegar al Olimpo.
Ante las palabras de Armand, Camus y Afrodita reaccionan y lo atacan sin causarle el menor daño; y son repelidos con facilidad. Sólo Mu queda ya para hacerle frente.
Armand pregunta a Mu porque no lo ataca como sus compañeros, a lo que el santo de Aries contesta que él no tiene intención alguna de combatir.
El Olimpiano le dice que es por que sabe que no puede vencerlo.
-“Tienes razón, no quiero pelear por que ya sé que no estoy a tu nivel”. Dice Mu.
Armand comenta que desde que oyó que a Mu lo entrenó el maestro Shion de Aries, su más ferviente deseo era de combatirlo y derrotarlo. Pero ahora que lo tiene enfrente se ha dado cuenta de que todo lo que se dice de él es mentira.
El santo dorado le contesta diciendo: -“Lo que dije sobre mi deseo de pelear contra ti es cierto. Pero de eso a insultar a su maestro, eso es algo que no puedo pasar por alto”.
El olimpiano le pregunta si ha decidido pelear, el santo dorado dice que no hay otra salida...
-“Te arrepentirás de haber retado a Mu, ya que él es el segundo santo dorado más poderoso”. Exclama Afrodita.
-“Sí, pero también es cierto que en Starhill ustedes los santos de Athena no pueden desarrollar su cosmos. Ahora Mu, sabiendo esto, ¿Estás preparado para pelear?”. Dice Armand.
Mu solo asienta con la cabeza.
-“Entonces ahora probarás mi poderoso ken: “¡Centella de Trueno!””. Grita Armand.
Armand esta convencido de que Mu no podrá hacer nada, ya que en Starhill los santos no pueden usar sus poderes y habilidades; se necesita tener el nivel de un Dios para hacerlo. Pero para su sorpresa, Mu desaparece esquivando su ataque y después aparece sobre él y le dice:
-“Cuando te dije que no quería pelear contigo por que no estaba a tu nivel, era en serio ya que no deseaba humillarte. Y ahora que he visto tu poder, veo que estaba en lo cierto. Pero como muestra de mi buena voluntad te perdonaré la vida si aceptas tu derrota y te quitas de nuestro camino. Tú decides”.
Armand le contesta que no esta en posición de condicionar nada, ya que si no se hubiera quitado, el ken lo hubiera destruido.
-“Muy bien entonces recibiré tu poder de frente esta vez”. Dice Mu.
Armand concentra su cosmos al máximo y dispara nuevamente la “Centella de Trueno” contra Mu, el resultado es una tremenda explosión que hace temblar los cimientos del templo.
El Olimpiano está seguro de su victoria, pero... ¡Mu ha salido ileso!
Por última vez el santo dorado le pide que se rinda pero el olimpiano se niega de nuevo.
Armand comprende que no puede con Mu, así que antes de que lo elimine, quiere que le revele como le hizo para usar sus poderes en Starhill.
Mu le contesta que el puede usar sus poderes ahí; porque simplemente él no está en Starhill.
Armand se queda asombrado. El santo de Aries le dice que desde que se acercaban a la Colina Ida, sintieron un cosmos dentro de Starhill, pero en ese momento pensaron en que era del maestro Shion. Por eso los otros santos dorados no estaban preparados para enfrentarlo. Sin embargo, él se teletransportó a otra dimensión paralela a la nuestra y con los santos sólo dejo una proyección astral de su subconsciente controlada por el. Armand reconoce la victoria del santo dorado y se da por vencido a cambio de que le perdone la vida. Mu esta de acuerdo pero...
Al dar la espalda al Olimpiano, éste lo ataca con su “Centella de Trueno”; sin embargo a lo que le da es a una proyección astral de Mu quien esta arriba de él. Al darse cuenta de que todo el tiempo ha estado combatiendo contra un holograma, Armand comprende que ha llegado su hora ya que el santo de Aries es más poderoso que él. Mu lo ataca con su “Revolución del Polvo Estelar”, a diferencia de él, Armand no puede esquivar el ataque y queda reducido a polvo. Sólo su kamei permanece intacto...
CAPITULO IV: EL RETO DE LOS SANTOS DE BRONCE.
STARHILL.
Mu acaba de derrotar a Armand de Hércules; uno de los Doce Olimpianos que sirven a Zeus.
Ahora ya nada ni nadie les impide a los santos dorados llegar al Olimpo.
EN ALGUN LUGAR DEL MAR EGEO.
Shion de Aries ha llevado a los santos de bronce a una isla remota perdida en el Mar Egeo.
Los santos de bronce preguntan a Shion porque no los llevó al Olimpo como se los prometió.
A lo que Shion les contesta que a que irían ir al Olimpo con ese nivel tan bajo de poder.
Los santos de bronce se sorprenden.
EL OLIMPO.
Los santos dorados se encuentran ante un emisario de Zeus, el cual los conducirá ante el señor de los Dioses.
Les dice que su nombre es: Altair de Ganímedes; uno de los Doce Olimpianos. También les hace saber que para llegar a ver a Zeus, antes tendrán que atravesar: La Ciudad de los Dioses.
Que es una serie de templos enclavados en todo el Monte Olimpo; y que cada templo esta protegido a la entrada por guardias pretorianos, es decir los Doce Olimpianos. Sin mencionar que para atravesar cada templo tendrán que vérselas con uno de los Dioses del Olimpo.
El Olimpiano les advierte que no llegarán ni al primer templo, ya que el los derrotará.
Camus propone a los demás quedarse el a combatir. Los santos lo aceptan con desagrado y se marchan deseándole buena suerte.
Altair pregunta a Camus si se va a quedar a pelear solo, a lo que el santo dorado asienta con la cabeza. Altair sólo sonríe mostrando el número cinco con la palma de su mano; esto significa que la pelea sólo durará cinco segundos...
EN OTRO LUGAR.
-“¿En donde estamos?”. Pregunta Seiya.
Shion contesta que en un lugar perdido desde tiempos ancestrales.
-“Esta isla es sólo un pequeño pedazo de lo alguna vez fue el imponente continente de Tao. El cual era el hogar de mis ancestros, los constructores de las armaduras que portamos”. Dice el
maestro Shion.
También les dice que en el centro de la isla se encuentran unas grutas llamadas: “Las Cuevas de Sangüita”, se cuenta que aquel que logre atravesarlas obtendrá un poder supremo. Es por eso que los ha llevado ahí antes de ir al Olimpo.
EL OLIMPO.
Camus y Altair están por iniciar su pelea. Mientras tanto los demás santos dorados se acercan al primero de los templos del Olimpo.
Camus y Altair se miran de arriba abajo como queriéndose encontrar sus puntos débiles, y el santo dorado es el primero en atacar con un ken congelante que Altair esquiva con facilidad.
Camus lo felicita, pero le recomienda que revise su piernas... ¡Están congeladas!
El olimpiano no sale de su asombro, sin embargo le dice a Camus que eso no es suficiente para derrotarlo. El santo de Acuario promete a Altair que el siguiente ataque lo vencerá; ya que usará su mejor técnica: “¡La Ejecución Aurora!”...
Altair de Ganímedes recibe el aire congelado y es lanzado hacia arriba para después caer al suelo inerte. Camus decide que para honrar la valentía de su oponente le hará un ataúd.
El santo dorado da la media vuelta y se encamina a alcanzar a los demás santos, pero...
MIENTRAS TANTO EN OTRO LUGAR.
Seiya y sus amigos están por entrar a las cavernas que les contó el maestro Shion.
Shion les recomienda antes de entrar que ahí se van a ver cara a cara con sus más grandes temores, y que la única forma de alcanzar el poder supremo es seguir adelante sin importar que ó quien se tengan que enfrentar. –“Recuerden que ahí adentro se verán reflejados sus mentes.
A lo que más le teman encontrarán, sólo tienen que concentrarse y escuchar a su corazón no a
su mente, acallen su mente ¡Recuérdenlo! Sólo así lograrán atravesarlas”. Aconseja Shion.
Los santos de bronce comprenden.
EL OLIMPO.
Camus voltea y ocurre una gran explosión, ¡Altair se ha liberado del ataúd congelado!
El olimpiano se burla del ataque de Camus, y le que como se atrevió a creer que con esa temperatura lo iba a derrotar. Altair le dice que para congelar un kamei se requiere del golpe de varios ceros absolutos; para ser más exacto de por lo menos: ¡500,000 °C bajo cero!
Camus comprende que mientras Altair traiga puesto ese kamei será imposible vencerlo. Así que el santo de Acuario se prepara para su último ataque y concentra su cosmos, Altair usa su ken “Cruz de Aguila”; y para su sorpresa Camus la intenta rechazar con la “Ejecución de Aurora”. Sin embargo la balanza se inclina hacia el olimpiano...
El santo de Acuario se sabe perdido, apaga su cosmos y se despoja de su armadura dorada.
-“Ya no me servirá a mi, Hyoga hará un mejor uso de ella”. Piensa para sí.
Camus es golpeado por el ken y es derrotado sin remedio.
-“H..Hy...oga, a...a...diós. Cu..ida a...a A...thena p...por mí...í”. Se despide Camus de Hyoga.
MUY LEJOS DE AHÍ.
Hyoga siente la muerte de Camus, y quiere ir al Olimpo a vengarlo. Pero Shion lo detiene y le dice que ya nada puede hacerse, es mejor que se quede y entre a las cavernas; ya habrá tiempo después para vengar a Camus.
Hyoga comprende y decide quedarse y pasar las cavernas. Todos juntos entran...
CAPITULO V: EN BUSCA DEL PODER SUPREMO.
EL TEMPLO DE ZEUS, LA CIMA DEL OLIMPO.
Está a punto de comenzar una discusión que decidirá el destino del universo.
Eduardo de Zeus se encuentra reunido con Laertes de Hermes, el mensajero de los Dioses le comunica al señor del Olimpo que Poseidón y Apolo quieren verlo. En eso llega Ares, el Dios de la Guerra; Zeus le pide consejo. Ares sólo asiente con la cabeza, Zeus comprende.
-“Házlos pasar mi fiel Hermes”. Exclama el señor de los Dioses.
EN UNA ISLA PERDIDA DEL MAR EGEO.
Seiya y los otros han empezado ha adentrarse en las cavernas de Sangüita.
Al poco tiempo de andar se dan cuenta que el camino se divide en cuatro senderos, por lo que deciden separarse para seguir cada uno su camino y prometen encontrarse en la salida para juntos derrotar a Zeus. Afuera Shion se pregunta si lo lograrán. El sabe que ya puede perder más el tiempo ahí y decide ir por Dohko para ayudar a los santos dorados en el Olimpo.
EL OLIMPO.
Saga, Milo, Aioria, Mu y Afrodita han llegado a la primera ciudadela del Olimpo, donde se halla el templo de la Armonía y Paz Universal.
Sin embargo justo cuando van a entrar aparece otro olimpiano más.
-“Ustedes no entrarán a este templo que representa la armonía y la paz del universo. Yo Gad de Odiseo, guardia pretoriano de este recinto sagrado, los destruiré”. Exclama el olimpiano.
Milo de Escorpión dice que ha llegado la hora de que le toque combatir por lo que ha decidido quedarse a pelear contra Gad de Odiseo. Los demás santos están de acuerdo y se despiden de él. Pero Gad no está dispuesto a dejarlos ir, así que se pone en su camino. Milo lo detiene con la “Restricción”, al momento que les dice a Mu y a los demás que se vayan.
MIENTRAS TANTO EN EL TEMPLO DE ZEUS.
Poseidón y Apolo tratan de convencer al señor de los dioses de que aún no es tiempo de que se castigue a la humanidad.
-“Bien, los escucho”. Habla Zeus.
-“Escucha mi señor, esto que estás haciendo no debe ser ya que aún no es tiempo para juzgar a los humanos ni tampoco para que establezcas tu utopía”.
Zeus les dice que si eso era todo lo que tenían que hablar entonces les sugeriría que se fueran y que no perdieran el tiempo, él no se detendrá en sus planes de castigar a la humanidad por sus actos.
Es entonces que Poseidón le dice que no les deja otra opción más que... ¡Derrotarlo!
Zeus sólo sonríe ante las palabras desafiantes del emperador de los mares.
Zeus les dice que aceptará su desafío y les advierte que no les va a tener compasión. Justo en ese momento se escucha una voz: -“Mi señor, no tiene por que rebajarse a destruir a estos dos traidores. Déjemelos a mí”.
Se trata de... ¡Ares, el Dios de la Guerra!
LAS CAVERNAS DE SANGÜITA.
Seiya y sus amigos se han separado, y ahora él se encuentra corriendo por un camino que parece no tener fin, cuando nota a lo lejos una luz; cree que es la salida así que se apresura y al llegar al lugar de la luz se da cuenta que entró a un cuarto cubierto de luz y que no tiene salida
De pronto llega un extraño que lo llama por su nombre, Seiya voltea y se da cuenta que es él mismo
EL OLIMPO.
Zeus ha dado permiso a Ares de encargarse de Poseidón y Apolo.
Después de esto el señor de los Dioses se marcha.
Ares les dice que los vencerá sin usar todo su poder, y que aún así no tendrán oportunidad en su contra. Apolo aconseja a Poseidón atacarlo juntos pero éste se niega y le aclara que él solo lo enfrentará y que no desea que intervenga.
Poseidón enciende su cosmos y ataca, una y otra vez sin causarle daño al Dios de la guerra.
Ares responde con una ráfaga de energía que azota a Poseidón contra el techo del templo.
-“Ahora es tu turno, Apolo”. Amenaza Ares.
Sin embargo en ese momento se siente un inmenso cosmos, al voltear se dan cuenta de que es...
¡Poseidón!
Repentinamente aparece el tridente del emperador del océano, Ares ahora lo comprende, ¡El
verdadero Poseidón acaba de despertar!
MIENTRAS TANTO EN EL TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria, Afrodita, Saga y Mu quienes han entrado al primero de los templos divinos se percatan de que al parecer no hay nadie dentro del recinto sagrado. De pronto empieza a aparecer una espesa niebla que lo cubre todo. Saga propone dividirse en dos grupos para cubrir más terreno y así encontrar la salida. Y así lo hacen, Saga y Mu van por un lado y Aioria y Afrodita por el otro.
Al poco tiempo de separarse se empieza a escuchar una bella melodía la cual hace que los envuelva la niebla y en unos instantes unos desaparecen a la vista de los otros.
Aioria habla a Afrodita y éste le contesta aunque no lo puede ver; En eso se dan cuenta de que no están solos en la habitación, una especie de guerrero oscuro ha aparecido enfrente de cada uno de ellos. Pero no sólo Afrodita y Aioria lo ven, sino que también a Saga y Mu les pasa lo mismo.
Aioria le dice a Afrodita que tal vez ese guerrero es el Dios guardián del templo, y que si lo derrotan podrán seguir adelante. Afrodita le contesta que puede que tenga razón, así que se dispone a atacarlo.
Al mismo tiempo, Aioria ve venir al guerrero oscuro en su contra. Sin embargo logra eludirlo.
Y responde con un ken a la velocidad de la luz, para su sorpresa, su oponente lo esquiva con mucha facilidad. Ninguno de los dos santos puede hacerle daño a su rival; así que deciden usar sus técnicas especiales.
Afrodita usará una técnica nueva y más poderosa que su rosas, mientras que Aioria usará su “Plasma de Relámpago”.
Los santos atacan al mismo tiempo a su rival, pero, los guerreros oscuros también atacan al unísono provocando tremenda explosión que hace que todos salgan volando por los aires...
EN OTRA PARTE DEL TEMPLO.
A Mu y a Saga les está ocurriendo lo mismo, sólo que ellos no han atacado a los guerreros oscuros sino que se han puesto a esperar a que los ataquen. Saga comenta que es muy poco probable que esos guerreros sean los guardianes del templo. Mu no lo escucha pues está meditando como salir de ahí. El santo de Aries aquieta su mente, cierra los ojos, y se concentra en el guerrero que está frente a él; y para su sorpresa al abrirlos el guerrero es en realidad...
¡Saga de Géminis!
Saga observa que por fin el guerrero empieza a moverse hacia él, así que se prepara para reci- bir el ataque. El guerrero se para frente a él y le pone la mano sobre el rostro; y al retirarla, el santo de Géminis se percata de que a quien tiene frente a él es a... ¡Mu! y no al guerrero oscuro.
En eso se escucha una voz que los felicita por haber resuelto el enigma del templo, y les dice que se han ganado el derecho de seguir adelante.
Los santos preguntan que quien es, sin recibir respuesta alguna.
Comprenden que es el guardián del templo y deciden seguir adelante a la siguiente ciudadela,
Preguntándose si Aioria y Afrodita habrían logrado pasar ya.
Mientras tanto los otros santos dorados apenas se recuperan del impacto de sus kens.
De pronto se escucha la misma voz que oyeron Saga y Mu diciendo: -“Veo que han soportado la pelea. Creo que los subestimé, ya que pensé que con ese ataque se iban a destruir mutuamente pero me equivoqué. Así que voy tener la penosa necesidad de matarlos yo mismo”.
Los santos se preguntan a que se refiere con que se iban a eliminar ellos mismos y en eso se disipa la niebla que envolvía al cuarto y se percatan que estaban luchando el uno contra el otro y que nunca existieron los guerreros oscuros, sino que eran ellos mismos.
Un rayo de luz atraviesa el templo y cae frente a ellos. Una figura humana sale de él, ahora los santos dorados saben que el verdadero combate está por comenzar...
VOL. III.
CAPITULO I: ¡EL NOVENO SENTIDO, EL KUNDALINI!
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Ante Aioria y Afrodita se presenta el guardián del templo.
El extraño les dice que es Acteón de Eros, el guardián del templo de la Armonía y Paz Universal. Los santos se asombran del impresionante cosmos que posee Acteón.
Aioria le dice a Afrodita que tendrán que pelear los dos al mismo tiempo si es que quieren poder vencer al Dios guardián de ese templo. A regañadientes el santo de Piscis acepta.
CAVERNAS DE SANGÜITA.
Seiya se encuentra con lo que parece ser el lado negativo de él mismo, y no puede derrotar a tal adversario; por otro lado Hyoga acaba de llegar a un lugar que es idéntico a su tierra natal, Siberia. De pronto aparecen ante él Camus, Cristal e Isaac, quienes le reprochan su fracaso como santo. Mientras tanto Shiryu se encuentra cara a cara con los más terribles rivales a los que ha enfrentado, y para colmo, en el instante de verlos... ¡Vuelve a perder la vista!
Por su parte, ante Shun aparece Ikki, ¡Quien tiene la intención de matarlo!
MIENTRAS TANTO EN LAS AFUERAS DE LA PRIMERA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Milo de Escorpión ha inmovilizado a Gad de Odiseo, uno de los olimpianos de Zeus, para que sus compañeros pudieran seguir adelante.
-“¿De manera que crees que este truco puede detenerme?”. Cuestiona sarcásticamente Gad.
Milo le contesta que sólo era para que los santos dorados pudieran entrar al templo. Gad le dice que entiende, que lo hizo para que nadie interfiriera en su combate.
El olimpiano ataca a Milo, pero éste se desaparece ante sus ojos. Gad está sorprendido por la velocidad del santo, y está decidido a atacarlo con todo su poder.
Gad pregunta a Milo si ha oído hablar de la “Auriga de Odiseo”; éste responde que no y el olimpiano le dice que en la mitología, Odiseo, el rey de Ítaca era uno de los guerreros más poderosos al servicio de Athena y que la diosa después de su aventura en Troya y tras haber estado perdido veinte años demostrando su valor y tenacidad, ella le entregó una auriga mágica forjada por Hefestos, la cual cortaba cualquier cosa y que no importara a donde la lanzara siempre regresaría a su mano. Al terminar de hablar lleva su mano a la espalda y saca la... ¡“Auriga de Odiseo”!
EN OTRO LUGAR, LEJOS DE AHÍ.
Seiya no puede derrotar a su sombra ya que al atacarlo es como si golpeara un holograma y no sólo eso, con cada ataque la sombra responde con más poder y velocidad. Lo mismo pasa con los demás santos con sus respectivos rivales.
Cuando están a punto de darse por vencidos, todos escuchan la voz del maestro Shion; quien les dice: -“Recuerden que en ese lugar se reflejan sus mentes, a lo que más teman hallarán. El cosmos que es activado por el proceso de respiración abre los shakras; que son los siete puntos vitales en los que el ser humano almacena energía. Pasando por los meridianos llega hasta el tope de la cabeza para terminar sublimándose. A todos aquellos que logren hacerlo se les llama: “Guerreros Kundalini”, que son los que han adquirido el noveno sentido”.
Los santos comprenden que para derrotar a sus oponentes necesitan despertar el noveno sentido. El maestro Shion les dice que cuando sientan y escuchen en su corazón al noveno sentido su poder ya no será el mismo.
Seiya sigue atacando a su sombra con los mismos resultados infructuosos. Sin embargo se da cuenta de que si él ataca, su oponente responde y ahora que ha dejado de atacar la sombra está inmóvil. Comprende que nunca le ganará si no se concentra y despierta los siete shakras.
Seiya cierra los ojos y se concentra de pronto una luz empieza a cubrir su cuerpo, empezando en la parte baja del abdomen hasta la cabeza; y un gigantesco cosmos emana de él...
El santo de Pegaso ataca nuevamente, pero esta vez su rival es destruido por el ken de Seiya.
Al ser vencida la sombra, Seiya puede ver que la salida de las cavernas esta justo frente a él...
Y con Shiryu...
El santo del Dragón siente que no podrá vencer a sus rivales si no adquiere el noveno sentido tal y como lo dijo Shion. En ese instante recuerda que para vencer a esos enemigos necesitó hacer arder todo su cosmos hasta el punto de hacerlo estallar. Las enseñanzas de Dohko vienen a su cabeza. Cuando su maestro le dijo: -“El propósito original de la pelea, recuerda que si no tienes un objetivo por el cual tienes que ganar serás derrotado”.
Shiryu piensa que en esta ocasión es lo mismo, por lo que va a aumentar su cosmos al punto de explosión y alcanzará el nivel del Guerrero Kundalini.
-“Shion dijo que cuando alcanzáramos el noveno sentido lo sentiríamos desde el fondo del corazón. Ahora lo sé, ¡Estoy listo para liberar al último Dragón!”. Piensa Shiryu.
Con su poder el santo del Dragón derrota a sus oponentes y obtiene el derecho a salir de ese lugar.
Con Hyoga...
El santo del Cisne está siendo vapuleado por Camus, Isaac y Cristal ya que no quiere pelear en contra de ellos. Sin embargo empieza a reflexionar sobre lo que siempre le aconsejaron sus maestros; que cuando estuviera combatiendo a un rival no importara quien fuera, debería de pelear con todas sus fuerzas. Hyoga se concentra en el momento en que adquirió el grandioso aire frío del cero absoluto el cual es mucho más poderoso que el de su maestro Camus.
Sin darse cuenta ya no estaba en Siberia, y Cristal e Isaac habían desaparecido. Ahora estaba en la casa de Acuario combatiendo con Camus. Hyoga sabía que en lo que pensará ahí adentro se materializaría, por lo que decidió trasladarse al momento de su vida donde tuvo que usar todo su cosmos para vencer al más terrible de sus rivales, Camus de Acuario.
La batalla llega a su clímax, el momento en que los dos realizaron la “Ejecución de Aurora” al mismo tiempo. Hyoga eleva al máximo su cosmos y libera su poder... En ese momento todo se cubre de luz y la salida de las cavernas aparece frente a él.
Mientras tanto con Shun...
Éste está desesperado por que la cadena de Andrómeda no le causa el menor daño a... ¿Ikki?
El falso Ikki ataca una y otra vez sin respuesta, hasta que de pronto Shun escucha la voz de su hermano que le dice: -“Shun, escucha esto; no debes darte por vencido ya que en tus manos se encuentra el destino del Universo. Tienes que ser muy fuerte y soportar todas las adversidades hasta mi regreso. Demuéstrame que puedes derrotar a cualquier enemigo sin mi ayuda, ¡Tú sólo! ¡Adelante Shun!”.
Shun comprende las palabras de su hermano y eleva su cosmos al nivel más alto, y por primera vez siente seguridad en sí mismo para derrotar a un oponente, de ésta forma alcanza el noveno sentido y grita con todas sus fuerzas: -“¡Ikki, mírame! Aquí está el mayor poder de Shun Andrómeda”. Se produce una gran explosión y al disiparse, Shun puede ver la salida...
Ya afuera todos los santos de bronce se reúnen. Y descubren que en una especie de plazoleta en las afueras de las cavernas están sus estatuas...
CAPITULO II: ¡LA IRA DEL GUERRERO DE LOS HIELOS!
LAS CAVERNAS DE SANGÜITA.
Los santos de bronce están asombrados por ver sus estatuas. En ese momento aparece Shion, quién les dice que desde tiempos inmemoriales se les esperaba en ese lugar. Ya que ellos son los santos elegidos que pelearán en la última de las batallas. Después de felicitarlos por haber pasado el reto de las cavernas, les dice que no hay tiempo que perder deben ir a ayudar a los santos dorados que combaten en el Monte Olimpo.
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Saga y Mu están a punto de llegar al segundo templo, de pronto un extraño les sale al paso.
Él les dice que es el guardia pretoriano de la segunda ciudadela, donde se encuentra el templo de la Guerra Santa. Y su nombre es Vane de Pólux.
Saga le pide a Mu que siga adelante, por que su fuerza será de gran ayuda más adelante para derrotar a Zeus. Mu acepta y se marcha sin que Vane le impida el paso.
EN OTRO LUGAR MIENTRAS TANTO...
Seiya y sus amigos se preparan para ir al Olimpo. En ese instante aparece ante ellos un extraño, el cual les dice que antes de ir a pelear con Zeus necesitan unas nuevas armaduras más poderosas que las que traen. Los santos lo cuestionan sobre quien es y éste les contesta que su identidad no vale la pena, que sólo está ahí para ayudar a darle más poder a los ropajes de ellos. Por lo que les trajo un obsequio, entonces les muestra una crátera la cual está llena de sangre. Seiya le pregunta de quien es la sangre a lo que el extraño contesta que lo único que tienen que saber es que... ¡Es sangre de dioses! Después de esto desaparece tan rápido como llegó. Shion comenta que no sabe quien era el mensajero, pero de lo que está seguro es que esa sangre si es de dioses; y con ella va a renovar las armaduras...
TEMPLO DE LA ARMONÍA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria y Afrodita están por iniciar su combate en contra del Dios Guardián del templo, Acteón de Eros.
El santo de Leo le recuerda a Afrodita que tienen que pelear los dos juntos para derrotar al Dios. Sin embargo Afrodita hace caso omiso del consejo y ataca a Acteón con su nuevo ken: “Rosas Estelares”, pero el Dios no sufre ningún daño y el ataque del santo de Piscis vuelve en contra de sí mismo. Acteón le recuerda que aquel mortal que se atreva a levantar su puño en contra de un Dios será castigado, el poder en contra de un Dios se regresará en contra suya.
Por lo tanto, el Dios de Eros se dispone a castigar a Afrodita. Así que toca una nota con las cuerdas de su lira y, el cuerpo del santo dorado es lanzado contra los muros del templo.
MIENTRAS EN LA ENTRADA AL OLIMPO.
Seiya y los demás santos han llegado al Olimpo, vistiendo las nuevas armaduras que reparó Shion y se encuentran frente a la primera ciudadela de los Dioses.
De pronto, Hyoga descubre el cuerpo inerte de Camus de Acuario.
En ese momento, Altair de Ganímedes aparece frente a ellos. Hyoga le pregunta si él mató a Camus. El olimpiano sólo asiente con la cabeza, y les advierte que no los va a dejar seguir adelante.
Hyoga les dice a sus amigos que él se quedará y que ellos sigan adelante. Altair dice que no dejará que ninguno de ellos se vaya, y Hyoga le dispara un rayo frío con su dedo índice al tiempo que dice a Seiya y los otros que corran. El olimpiano repite que no pasarán, pero cuando trata de detenerlos no se puede mover, ya que un círculo de hielo está alrededor de su cuerpo.
-“Ese es el círculo de hielo”. Exclama Hyoga.
También le dice que entre más trate de moverse aparecerán más y más círculos a su alrededor y le será imposible liberarse. Sin embargo se lo quitará una vez que sus amigos estén lo suficientemente lejos de ahí.
Altair le dice que es muy amable, pero que de todas formas él puede liberarse por sí mismo.
Así que enciende su cosmos y destruye el círculo de hielo que Hyoga le había puesto...
Sin tiempo que perder, Hyoga ataca a Altair con el “Polvo de Diamante” enviándolo a volar lejos. El olimpiano le dice que es mejor de lo que esperaba, sin embargo con ese poder no podrá vencerlo. Hyoga le dice que lo va a hacer sufrir poco a poco para que pague por la muerte de Camus. Enseguida el santo del Cisne se lanza sobre las piernas de Altair y se las congela, para después atacarlo con el chorro frío de su “Rayo de Aurora”, el olimpiano es elevado por los aires y cae pesadamente estrellándose contra el suelo.
Altair se levanta enfurecido y le dice a Hyoga que lo acabará con lo que derrotó Camus, la “Cruz del Aguila”.
El santo de Athena recibe el ataque y es estrellado contra un pilar de mármol. Altair está seguro que Hyoga no aguantó el ataque y que ha sido derrotado, pero, cuando se acerca al cuerpo de éste, Hyoga está burlándose del ken. El olimpiano no puede creerlo, y más aún cuando se levanta sin ningún rasguño en su armadura.
Hyoga le dice a Altair que lo eliminará con el ken que aprendió de Camus, la “Ejecución de Aurora”. Sin embargo, Altair va a contraatacar con su ken más poderoso; “Ataque de Altair”.
El olimpiano y el santo atacan al mismo tiempo, y los kens chocan siendo el de Hyoga el más poderoso golpeando irremediablemente a Altair convirtiéndolo en una estatua de hielo para después salir disparado hacia arriba y caer al suelo haciéndose mil pedazos...
CAPITULO III: LOS GEMELOS DIOSCUROS, CASTOR Y PÓLUX.
Seiya, Shiryu, y Shun han dejado atrás a Hyoga combatiendo con Altair y llegan a la primera ciudadela, donde se halla el primero de los templos, se trata del templo de la Armonía y Paz Universal donde se encuentran peleando Milo de Escorpión y Gad de Odiseo.
Seiya pregunta a Milo si desea que lo ayuden a lo que éste le contesta que no los necesita y que mejor vayan a auxiliar a los otros santos dorados que han entrado al templo.
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria de Leo se encuentra combatiendo a Acteón de Eros, Dios Guardián del templo.
Acteón le dice a Aioria que derrotó de esa forma tan fácil a Afrodita sólo para mostrarle una pequeña parte de su poder con la esperanza de que se acobardara y huyera sin tener que matarlo sin sentido, pero ve que está dispuesto a pelear hasta la muerte. Así que no le queda más remedio que eliminarlo.
-“Para derrotarte ni siquiera utilizaré mi lira, con esto tendrás”. Amenaza Acteón.
El ataque lanza a Aioria contra unos pilares del templo y después se le vienen encima pesados escombros.
Acteón se da la vuelta victorioso, pero en eso se escucha una voz: -“Aún no me has derrotado”.
¡Es Aioria! Quien le dice al Dios que ahora verá su verdadero poder.
Eros le dice que si cree que con lo que derrotó al olimpiano Neir de Ayax, lo vencerá; está loco.
Aioria empieza a encender su cosmos hasta un nivel más alto que el utilizó contra Neir, y ataca a Acteón con toda su fuerza. El Dios atrapa el ken con sus manos, pero aún así es arrastrado varios metros. Acteón felicita a Aioria por lo que acaba de hacer. Diciéndole que es un buen rival después de todo, por lo que peleará a su nivel. Después de esto se despoja de su toga y enciende su cosmos... Y a la velocidad de la luz se planta enfrente del santo de Leo y le regresa el golpe con la misma fuerza...
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Saga de Géminis está a punto de comenzar su pelea en contra de Vane de Pólux, el olimpiano que protege la entrada al templo de la Guerra Santa.
-“Cuanto tiempo sin verte, Saga”. Exclama Vane.
Saga se sorprende, y le pregunta quien es.
A lo que el olimpiano le contesta que si ya no lo recuerda, tal vez si se quita la máscara lo reconozca...
-“¡No! ¡No es posible! Eres... eres... ¡El Maestro Vane, el antiguo santo de Géminis!”. Dice asombrado Saga.
Vane le dice a Saga que sólo está ahí para que no siga adelante. Saga le contesta que lo siente, pero no se va a detener y si es necesario peleará en su contra. Vane dice que no hay remedio, tendrá que destruirlo muy a pesar de que sea su alumno.
LO QUE ALGUNA VEZ FUE EL SANTUARIO, EN GRECIA.
Shion y el maestro Dohko se alistan para ir al Olimpo.
Dohko pregunta a Shion si el sabe en donde está la armadura de Athena. A lo que éste le dice que tal vez se perdió durante la batalla con Hades.
En eso llega Kanon a comunicarles que desea una nueva armadura ya que quiere ir a ayudar a su hermano y a los otros santos dorados. Shion le comunica que Saga ya le había pedido eso, así que Shion renovó las antiguas escamas del Dragón Marino y las transformó en la nueva y mejorada armadura de Géminis. Igual de poderosa que la de Saga.
Sin perder el tiempo Kanon corre a la habitación del Patriarca por su nueva armadura.
(Nota: La habitación del Patriarca, es una de las pocas cosas del Santuario que quedaron en pie. Ya que la onda expansiva de la explosión sólo alcanzó a llegar hasta la casa de Sagitario.)
ORIENTE, EN ALGÚN LUGAR DE UN BOSQUE.
Tatsumi y los santos de acero observan a través de la televisión el enorme cráter que quedó en lo que alguna vez fue el sitio más impenetrable del mundo, el Santuario de Grecia.
Preguntándose si acaso Saori, Seiya y los demás santos perecieron en esa explosión.
PRIMERA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Continúa la batalla entre Milo de Escorpión y Gad de Odiseo.
Milo sufre para esquivar la poderosa y veloz “Auriga de Odiseo”, hasta que Gad le dice que aunque la esquive el puro aire que desprende la auriga es capaz de cortar su armadura de oro. Y que si no le cree es mejor que se mire su ropaje. Para sorpresa de Milo, la armadura de Escorpión tiene rajaduras.
Sin embargo, Milo aún no se ha dado por vencido y planea atacar a Gad con las “Agujas Escarlatas”.
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Vane le da un ultimátum a Saga. Sin embargo, el santo de Géminis no está dispuesto a darse por vencido, así que el olimpiano se prepara para destruirlo.
Vane le dice al santo de Athena con lo acabará con su ken llamado “Explosión de Nova”.
Saga no puede eludir el ataque y queda en medio de la terrible explosión. Al desaparecer la nube de polvareda, sólo queda un Saga inconsciente en el centro de un gigantesco cráter.
El olimpiano piensa que ya todo acabó... sin embargo... ¡Saga se levanta!
De pronto una voz se escucha diciendo: -“No te confíes, Vane. Recuerda que él fue tu mejor discípulo”.
Ambos voltean para saber de quien se trata...
El recién llegado se presenta ante Saga: -“Yo soy Dagr de Cástor, y soy hermano de Vane. Sí así es, ¡Somos los gemelos Dioscuros, Cástor y Pólux! ”.
CAPITULO IV: ¡EL RUGIDO FINAL DEL LEON DORADO!
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria acaba de recibir un poderoso golpe de Acteón de Eros. No obstante aún no se rinde.
Acteón reta a Aioria a tratar de utilizar su máximo poder para derrotarlo.
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Cástor y Pólux se presentan ante Saga. Éste se encuentra sorprendido de saber que su maestro tiene un hermano gemelo.
Los hermanos Dioscuros preguntan a Saga si está asombrado de que sean dos los antiguos santos de Géminis. Saga les advierte que aunque sean dos, aún así los vencerá.
EN LAS AFUERAS DEL PRIMER TEMPLO DEL OLIMPO.
Los santos de bronce están por entrar en el templo de la Armonía y Paz Universal.
Shun les pide a Seiya y los demás que al entrar al templo, lo dejen y se vayan al siguiente, ya que ha decidido pelear ahí solo.
Seiya le dice que no importa lo fuerte que se hayan vuelto, los enemigos que les esperan en los templos son los más temibles que se han encontrado. Por lo que no lo puede dejar pelear solo contra el Dios guardián del templo.
Shun les comenta que en el tiempo que vivió la vida normalmente al lado de Ikki, le hizo una promesa; la cual era que si alguna vez estuviera amenazada la paz de la humanidad, tendría que pelear con todo su poder y que no importa que enemigo enfrentaría por sí mismo sin la ayuda de nadie para demostrarle que aún sin él, nunca se daría por vencido.
Seiya, Shiryu y Hyoga están de acuerdo con él y le dan su palabra de dejarlo combatir solo como lo desea.
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria libera su terrible ken “Relámpago de Voltaje” en contra de Acteón de Eros, sin embargo el Dios lo atrapa con una sola mano.
Acteón le dice que si ese fue el ken más poderoso que tiene entonces ahora verá lo que es un verdadero ken de poder... Es el ¡“Pentagrama Cósmico”!.
El santo dorado es atrapado por un gigantesco remolino de pentagramas musicales, cuyas notas atraviesan una y otra vez su cuerpo provocándole heridas.
Acteón está asombrado por la resistencia de la armadura de Leo que no ha sufrido daño alguno tras el ataque. No obstante Aioria si se encuentra malherido...
Aioria decide usar su última técnica, aunque sabe que en el estado que se encuentra, puede costarle la vida. Se levanta y enciende su cosmos...
Acteón lo felicita por poder aún elevar su cosmos, pero que él con un pequeño esfuerzo podría opacar su cosmos. La lucha entre los dos cosmos empieza, siendo el de Acteón el más poderoso, sin embargo, Aioria no se rinde y aumenta aún más su cosmos.
MIENTRAS TANTO NO MUY LEJOS DE AHÍ...
Seiya y los demás sienten los dos enormes cosmos chocar, e identifican uno de los cosmos como el de Aioria. Por lo que se apresuran a llegar a ayudarlo.
PRIMERA CIUDADELA DEL OLIMPO.
La batalla entre Milo de Escorpión y Gad de Odiseo, continúa.
Milo ha decidido utilizar su técnica “Aguja Escarlata”, para derrotar a Gad. Así que arremete en contra del olimpiano con todo su poder, pero Gad lo esquiva fácilmente.
Gad se burla de Milo, pero éste le dice que se mire bien antes de burlarse. En efecto, para sorpresa de Gad, Milo logró alcanzarlo en cinco ocasiones.
El olimpiano reta a Milo hacerlo otra vez. El santo ataca de nuevo, y Gad lo vuelve a evadir; pero nuevamente es alcanzado por las agujas de Milo. Gad no puede creer como es que el santo dorado lo ha estado tocando y lo reta una vez más... El resultado es el mismo.
Milo le advierte a Gad que ya ha recibido catorce agujas, y si le asesta la última morirá sin remedio. Así que debe elegir entre rendirse o morir.
Gad sólo ríe y le dice que sus agujas son un truco de niños y que le demostrará lo que es un verdadero ken, su poderoso... ¡“Golpe de Saeta”!
El santo dorado se prepara a recibir el ataque, pero confiado en que derrotará a Gad.
Milo no intenta eludir el ken y es irremediablemente alcanzado por Gad, cuyo cuerpo asemeja a una flecha. Gad da una carcajada al ver el cuerpo del santo de Athena estrellarse contra los escalones de la entrada del templo.
Sin embargo, Milo aún vive y le dice que no se alegre tan rápido ya que en el transcurso del último ataque, logró atravesarlo con la última de sus agujas... ¡“Antares”!
El olimpiano dice que el “Antares”no le hizo el menor daño, así que como Milo sigue vivo a pesar de su ataque, ahora le cortará la cabeza usando su auriga. La auriga es lanzada por Gad y cuando está por cortar la cabeza de Milo, cae al suelo cortada en dos ante los ojos atónitos de Gad.
En eso de la entrada del templo de la Armonía y Paz Universal, aparece la silueta de alguien que se aproxima a Gad y Milo.
-“¿Tú? ¿Acaso puede ser posible que alguien como tú haya podido cortar la poderosa “Auriga de Odiseo?”. Pregunta Gad.
-“Así es, no permitiré que mueran más santos. Primero tendrás que vencerme a mí para matar a Milo. Y como ves no será fácil derrotarme. ¡Yo soy el Dragón Shiryu!”. Contesta el recién llegado...
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Los cosmos de Aioria y Acteón chocan, en un impresionante duelo.
Acteón advierte por última vez al santo dorado de Leo que lo destruirá si no se rinde, pero la respuesta es la misma, Aioria no se rendirá.
Acteón se prepara para atacar con su “Pentagrama Cósmico”, pero en ese instante... ¡Una cadena aparece y atrapa la mano del Dios!... Sí, así es, Seiya y Shun han llegado.
El Dios los cuestiona sobre quienes son a lo que contestan que ellos son: Pegaso Seiya, y Andrómeda Shun.
Aioria les explica la situación y les dice que no necesita su ayuda y que vayan al siguiente templo sin perder tiempo.
Aioria se despide de ellos encargándoles el cuidado de Athena y la paz del Universo. Ahora se dispone a utilizar su última técnica: el “Rugido de Leo”.
El cuerpo de Aioria empieza a girar hasta convertirse en una gigantesca esfera de energía que se impulsa a una velocidad más alta que la luz en contra de Acteón de Eros.
Al ver el último ken de Aioria, Acteón comprende que el “Rugido de Leo” no es cualquier cosa y debe enfrentarlo con seriedad... Pero el Dios aún no acaba de reflexionar eso, cuando no tiene tiempo de reaccionar y es envuelto en la enorme explosión que provoca el choque del ken de Aioria...
CAPITULO V: ¡LA DECLARACIÓN DE GUERRA DE ATHENA A ZEUS!
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Tras el último ken de Aioria de Leo, sólo queda una inmensa nube de polvo en el templo.
Seiya y Shun saben que Aioria ha muerto en su último ataque contra Acteón de Eros, así que deciden que la mejor manera de honrar su memoria es seguir al siguiente templo.
Justo cuando están por abandonar el templo, oyen una voz que les dice: -“¡Esperen! No irán a ninguna parte hasta que me derroten”.
Los santos voltean y con asombro ven a Acteón de Eros, quien ha salido ileso del ataque de Aioria.
Shun le dice a Seiya que se vaya y que como decidieron antes, él se quedará a combatir solo.
Acteón les dice que a él no le importa si Seiya se va o no. Ya que cree que al ser santos de bronce no tienen oportunidad en contra de los Dioses y olimpianos de Zeus.
Seiya se despide de Shun y le dice que lo estará esperando para juntos derrotar a Zeus. Shun contesta que no importa lo que pase jamás deben mirar hacia atrás.
EN LAS AFUERAS DEL TEMPLO...
Shiryu y Gad de Odiseo están por iniciar su pelea.
Shiryu le dice a Gad que vengará a Milo. Gad le responde que cortar la “Auriga de Odiseo” fue un milagro que no se volverá a repetir, por lo que no tiene oportunidad de vencerlo.
El olimpiano amenaza a Shiryu con atacarlo con su “Golpe de Saeta”, a lo que el santo de bronce comenta que los ataques en segundas ocasiones no surten efecto en un santo.
Gad se enfurece ante tales palabras y dispara su mortal ken... Shiryu sale volando por el golpe, el olimpiano se siente victorioso; pero... para su sorpresa, el santo de Athena cae de pie y sin ningún rasguño.
Gad se pregunta que como le hizo Shiryu para soportar el ken a lo que éste le responde:-“Es verdad, tu ken es muy poderoso. Pero cuando me atacaste, yo me protegí de tu patada con mi escudo de Dragón”.
Shiryu le explica que el escudo de Dragón es el más poderoso de todos y no cualquier ataque lo daña. Además de que le hace saber que no volverá a usar ese ken de nuevo, porque tiene la pierna rota.
Gad cae de rodillas al darse cuenta que su kamei está cuarteado y el hueso de su pierna roto.
El santo de Athena le dice que le dará tiempo para que se cure la pierna antes de seguir el combate, ya que no quiere tener ventaja.
El olimpiano se levanta. Shiryu siente como el cosmos de Gad se eleva más y más...
-“Tú lo pediste Dragón, ahora sentirás en carne propia mi más terrible ken, el ¡“Cortador de Acero”! ”. Exclama lleno de ira Gad.
Todo el lugar se cubre de una luz intensa que al disiparse deja ver a ambos contendientes, Shiryu, que ha salido ileso al igual que su escudo del ataque... y Gad que ha perdido su brazo derecho, y no sólo eso, también su kamei ha sido cortado.
El olimpiano ahora sabe que Shiryu no es un santo de bronce común y corriente. Para empezar, ¿Cómo es que pudo entrar al Olimpo sí no es un Dios ó porta un kamei? Además, ¿Qué pude tener su brazo que ha sido capaz de cortar tanto la auriga como su kamei?
Shiryu le responde explicándole que la razón por la que ha podido entrar al Olimpo, es porque está usando la armadura bañada en sangre de un Dios, en cuanto a como fue capaz de cortar la auriga y el kamei de Odiseo, es sencillo, lo que pasa es que en su brazo derecho habita el espíritu de ¡“Excalibur”! la espada sagrada que corta lo que sea.
Gad ahora comprende como fue que Shiryu logró cortar la auriga y su kamei, pero aún así no se da por vencido. Por el contrario, se prepara para atacar nuevamente.
Shiryu le dice que no está dispuesto a pelear con un hombre que ya tiene un pie en la tumba. El olimpiano le pregunta de que está hablando, pero al ver su cuerpo lo entiende... De las heridas hechas por la “Aguja Escarlata” de Milo, está brotando toda la sangre de Gad; el cual cae inerte al momento.
Shiryu sabe que debe apresurarse, así que se dirige hacia el primer templo donde combaten Shun y Acteón de Eros...
MUY LEJOS DE AHÍ.
En una habitación dentro del templo del Cielo se encuentra Athena. Junto a ella están Eduardo de Zeus y su emisario, Laertes de Hermes.
Saori ha vuelto en sí. Zeus la saluda.
Athena lo cuestiona sobre quien es él. A lo que contesta el Dios: -“Yo soy Eduardo de Zeus, el emperador y soberano de todos los Dioses”.
-“Entonces tú eres la reencarnación de Zeus. Tu objetivo es la destrucción de la humanidad, ¿No es así?”. Cuestiona Saori.
-“Así es, los humanos se merecen el castigo que les daré. Lo que sufrirán no será más que las consecuencias de haber sido inútiles y desaprovechados. Sin embargo no sólo destruiré a los humanos, si no que reconstruiré el Universo. Tú y yo fuimos elegidos por dos seres omnipotentes, somos Dioses. Por eso es que a pesar de que eres la Diosa protectora de la Tierra, te salvé.”
Y lo que te propongo es que no trates de detenerme y te unas a mí en esto. Lo que te estoy pidiendo es que me ayudes a exterminar a la raza humana actual, y hacer una nueva a seme- janza de nosotros, los Dioses”. Exclama Zeus.
-“¡¡No!! ¡Cómo crees que voy a permitir tal atrocidad! Yo soy Athena, y junto con mis santos detendremos tus malignos planes. Te lo juro por mi vida.”. Responde tajante Athena.
-“No sé porque sabía que rechazarías mi propuesta, así que me preparé muy bien. ¡Laertes, ahora!”. Dice Zeus.
De entre las sombras de la habitación aparece Laertes de Hermes, uno de los Dioses del Olimpo que están al servicio de Zeus. Él cual comienza a tocar una hermosa melodía con su flauta que hace a Saori entrar en una especie de trance.
-“Muy bien, escúchame Athena; con ésta égida que te voy a poner estarás bajo mi control y quieras o no me ayudarás a eliminar a toda la humanidad y a establecer mi utopía como en la era mitológica.”. Exclama Zeus.
El señor de los Dioses ordena a Laertes despertar a Athena. Saori despierta.
-“¿Y bien Athena? ¿Aceptarás mi propuesta?”. Cuestiona Zeus a Saori.
-“Sí, mi señor Zeus. Con gusto le ayudaré a exterminar a los inútiles humanos”. Contesta ésta.
-“Así está mucho mejor”. Dice victorioso Eduardo de Zeus...
(Nota: En la mitología griega, la égida era una especie de vestimenta que Zeus le entregó a su hija Athena, cuando le dio la responsabilidad de dirigir el reino de la Tierra. Y la Diosa la portaba siempre debajo de su armadura en todas las batallas.)
VOL. II.
CAPITULO I: EL ACERTIJO DE LA ESFINGE.
Los santos dorados ya están dentro de Starhill y se encuentran con una estatua gigantesca que está en el centro del templo, es una Esfinge. De pronto algo pasa, se cierran las puertas y se quedan encerrados. Tratan de buscar otra salida pero sólo hay una, la que se acaba de cerrar.
De pronto se escucha una voz en la habitación que se burla de ellos y les dice que de ahí no van a salir con vida. También les comunica que a partir de Starhill están los dominios de Zeus, el Rey de los Dioses; y que mientras estén en esa habitación no podrán usar sus poderes.
Los santos le dicen que sea quien sea no se esconda y que de la cara. El sólo les contesta que ninguno saldrá vivo de ahí, ya que tendrán que resolver su acertijo primero.
-“¡¿Acertijo?! ¿Quién eres?”. Preguntan los santos.
-“¿Acaso no pueden verme? ¡He estado frente a ustedes todo el tiempo y no me han visto!”.
Contesta la voz.
Los santos dorados se ponen en guardia; de izquierda a derecha: Mu de Aries; Saga de Géminis; Aioria de Leo; Milo de Escorpión; Camus de Acuario y Afrodita de Piscis.
MIENTRAS EN EL SANTUARIO.
Continúa la lucha mortal entre los guerreros de la Corona; acompañados por los Generales Marina, contra los Olimpianos y Ares, Dios de la Guerra.
Tómax de Orión empieza a combatir con Yao de Lince-Leopardo.
Yao es el primero en atacar con una gran gama de golpes, Tómax sólo se limita a esquivarlos para después arremeter con su “Lanza de Luz”. El coronis logra eludir todos los ataques, pero Tómax le dice que aunque haya esquivado la lanza, sólo el aire mismo de está le ha cortado su ropaje. Yao se mira y se da cuenta que es cierto lo que dijo. Sin embargo comenta que aún no termina ésta batalla.
STARHILL.
Los santos dorados se han dado cuenta que la voz proviene de la estatua de la esfinge que está en el centro del templo.
La estatua les vuelve a decir lo del acertijo. –“Para llegar al Olimpo deben responder al acertijo para que aparezca ante sus ojos la puerta invisible que los conducirá al reino de Zeus”.
La Esfinge pregunta si ya están listos para escuchar y resolver el acertijo. Los santos contestan que sí.
-“Muy bien, entonces díganme: ¿Cuál es el animal que en la mañana anda en cuatro patas, por la tarde en dos y por la noche en tres?”. Pregunta la Esfinge.
EL SANTUARIO.
Yao ha sido herido en repetidas ocasiones por la lanza de luz de Tómax de Orión, sin embargo el Coronis contraataca con su “Lince Reluciente”, pero para su sorpresa el Olimpiano lo para con su escudo. Después de esto, Tómax ataca a Yao con su “Patada de Barreno” con la que le hace añicos su ropaje y lo envía a volar lejos...
No muy lejos de ahí Kanon se encuentra combatiendo con otro Olimpiano, se tata de Bold de
Jasón.
Bold está cansado de que Kanon sólo este esquivando sus golpes y no ataque, así que va a usar una de sus técnicas especiales. Kanon le advierte que haga lo que haga no lo vencerá.
El Olimpiano ataca, pero justo enfrente de Kanon se divide en dos cuerpos; aún así no es capaz de alcanzar al santo. Arremete de nuevo pero ahora en cuatro con el mismo resultado.
Kanon le dice que aunque fueran cientos, ni aún así lo vencería.
Bold se enfurece al oír las palabras del santo y por esa ofensa usará su más poderoso ken: “El Golpe de Maremoto”. Por fin Kanon es alcanzado por primera vez por Bold.
Para sorpresa del Olimpiano, Kanon no sufrió daño alguno por el ken; al contrario está desilusionado por su nivel como Olimpiano.
-“Aún no he visto a todos los Olimpianos en acción, pero estoy seguro que tu eres el más debil.”. Exclama Kanon.
El santo de Athena le dice que se prepare por que va a usar su más terrible ataque:
“¡La Explosión de Galaxias!”.
El estruendo del ken se escucha a kilómetros a la redonda y el cuerpo de Bold sale disparado por los aires... Sin embargo a pesar del poder no sufrió daño alguno.
-“¡Ja, Ja, Ja! ¿En verdad pensabas que me ibas a derrotar con ese ataque? Nunca podrás lograrlo mientras tenga puesta esta armadura Kamei”. Se jacta Bold.
Kanon le responde que no tiene la intención de destruir la armadura sino a su dueño. Así que no se molestará en matarlo, mejor lo va a hacer vagar en: ¡Otra Dimensión!
-“¡Toma mi poderoso: “¡Triángulo Dorado!”!”.Exclama amenazante el santo.
Bold no puede contener el ken y es irremediablemente enviado a otra dimensión.
Mientras tanto, Yao está a merced de Tómax de Orión después de haber recibido la Patada de Barreno; pero cuando Tómax se dispone a rematarlo, Belenger lo aprisiona con sus cabellos y Atlas ordena a Yao levantarse y después atacar juntos con sus poderes más fuertes...
Sin perder tiempo lo hacen al unísono lo cual provoca la derrota irremediable de Tómax.
Con esto sólo queda derrotar a Ares, el Dios de la Guerra...
CAPITULO II: ¡UNAMOS TODOS ESFUERZOS ANTE EL PODER INIMAGINABLE DEL DIOS DE LA GUERRA!
STARHILL.
Mu; Camus; Afrodita; Aioria; Milo y Saga están ante el dilema de resolver el acertijo que les puso la Esfinge.
Todos están confundidos con lo que preguntó la Esfinge.
-“El animal que anda en cuatro patas en la mañana...”Dice Camus.
-“...Dos patas en la tarde...”. Agrega Milo.
-“...Y tres patas en la noche”. Acompleta Afrodita.
-“¡Ya basta! Se acabó el juego, ¡Yo lo sé!”. Exclama Mu.
-“Te escucho”. Dice la Esfinge.
-“Es muy sencillo, la respuesta es: ¡El hombre! Porque anda en cuatro patas en la mañana,
cuando es aún un bebé y gatea; anda en dos en la tarde, cuando ya es un adulto; y en tres en la noche, cuando está en la vejez y tiene que usar bastón”. Responde Mu.
La Esfinge les dice que han resuelto el acertijo y ahora ya pueden tener acceso al Olimpo. Pero que hay un pequeño problema, para llegar tendrán que demostrarle que son dignos de tal honor. En ese momento la estatua se hace pedazos, y de ella sale un hombre...
EL SANTUARIO.
Ahora que han sido derrotados todos los Olimpianos que invadieron el Santuario, ya sólo queda el poderoso Dios de la Guerra, Ares.
Kanon le dice a Ares que se rinda ya que ni él podrá sólo contra todos.
El Dios bélico se burla de tales palabras.
Belenger se ofrece para derrotarlo. A lo que exclama Ares: -“¡Tonto! Como te atreves a querer
pelear contra mí tu solo. Eso sería una locura, porque a pesar de ser un Coronis; eres aún un
simple mortal. ¡Y yo soy un Dios!”.
Belenger hace caso omiso a las palabras de Ares y lo ataca con sus cabellos, pero en el último instante antes de tocar al Dios, los cabellos se vuelven en contra de Belenger, lastimándolo en serio y destruyendo su ropaje.
Atlas y Yao están sorprendidos por lo que pasó, por lo que atacan llenos de ira a Ares. Este ni
se molesta en esquivar el ataque. Al ver su actitud, los coronis aumentan el poder de su ken para darle con más fuerza a Ares. Como era de esperarse sus ataques se volvieron contra ellos, y para demostrar su poder; Ares hizo que se cruzaran sus poderes, es decir el de Yao dio en Atlas, y el de éste en Yao.
Kanon y los demás no dan crédito a lo que les hizo Ares a los Coronis.
Ares les dice que no se sorprendan porque no ha usado ni una cuarta parte de su poder.
Kanon dice que ahora es su turno, y pide a todos que no intervengan. Ares le advierte que lo va a aplastar con todo su poder. Pero en ese momento los Coronis intervienen diciendo que ellos se encargarán de derrotar a Ares. Ares dice a Kanon que lo espere un momento que esto no le va a llevar mucho tiempo.
Sin embargo los guerreros de Apolo se ven muy convencidos de su victoria. Kanon les pregunta que tienen planeado hacer, a lo que le contestan que usarán la última técnica de los Guerreros de la Corona.
-“Así como ustedes tienen la Exclamación de Athena, como última opción; nosotros contamos
con la: “¡Extinción de la Corona solar!”. Dicen los Coronis.
El Dios de la Guerra no puede creer que vayan a usar una técnica tan poderosa como esa, ya que sabe que el que la haga morirá junto con su oponente...
En ese instante, Shion; Seiya y sus amigos arriban al Santuario.
-“¡Extinción de la Corona solar!”. Gritan los tres Coronis a la vez.
Al darse cuenta Shion de lo que van a hacer crea su “Muro de Cristal” para proteger a todos los que estaban alrededor; y los eleva hacía el cielo con su poder mental.
El impacto del ataque es catastrófico, donde estuvo alguna vez el Santuario ya sólo queda un enorme cráter inmensamente profundo que parece no tener fin. De los guerreros de Apolo; sólo cenizas quedan... Sin embargo en el centro del cráter hay algo, es decir alguien...
¡Es Ares! El cual salió ileso del ataque.
Tanto Shion como Kanon y los santos de bronce no entienden como pudo sobrevivir Ares a tal
técnica. Ares voltea hacía arriba y le dice a Kanon que es su turno. El santo dorado se alista a combatir ante la insistencia de Seiya y los otros de ayudarlo, pero en ese instante...
Uno de los Dioses del Olimpo se comunica telepáticamente con Ares diciéndole que se le necesita en el Santuario del Cielo, ya que los santos de Athena han llegado al Monte Olimpo. Ares comprende el mensaje y le dice a Kanon que debe darle gracias a su buena suerte de que él se tenga que marchar al Olimpo. Después de esto, Ares se desvanece...
Seiya dice que no deben perder más tiempo; ya que hay que ir a ayudar a los santos dorados al Olimpo. Shion les dice que él los llevará.
CAPITULO III: LA MORTAL BATALLA EN STARHILL, LA LLEGADA DE LOS SANTOS DORADOS AL OLIMPO.
STARHILL.
Los santos dorados han resuelto el acertijo que les puso la esfinge, pero ahora se encuentran ante otro nuevo obstáculo. Pues de la esfinge ha salido un hombre y no saben de quien se trata; y si es amigo o enemigo.
El extraño les dice que no van a poder salir de ahí con vida, porque en Starhill los santos no pueden usar sus poderes ni cosmo. Y así no son rivales para un Olimpiano de Zeus.
-“Yo soy Armand de Hércules, uno de los doce Olimpianos que sirven a Zeus”. Dice.
Los santos dorados se encuentran entre la espada y la pared ya que no pueden usar su cosmo ni poderes y tienen como oponente a uno de los Olimpianos de Zeus.
Aioria; Saga y Milo atacan a Armand al mismo tiempo, pero sus ataques no sirven de nada en
contra del Olimpiano.
Camus le dice a Mu y Afrodita que tienen ninguna oportunidad contra él. Armand sólo se ríe de ellos diciendo: -“¿Y éstos son los temibles santos de Athena que derrotaron a Hades?”.
-“¿Entonces no harán el intento por derrotarme?”. Pregunta Armand.
El Olimpiano les recuerda que si no lo vencen no podrán llegar al Olimpo.
Ante las palabras de Armand, Camus y Afrodita reaccionan y lo atacan sin causarle el menor daño; y son repelidos con facilidad. Sólo Mu queda ya para hacerle frente.
Armand pregunta a Mu porque no lo ataca como sus compañeros, a lo que el santo de Aries contesta que él no tiene intención alguna de combatir.
El Olimpiano le dice que es por que sabe que no puede vencerlo.
-“Tienes razón, no quiero pelear por que ya sé que no estoy a tu nivel”. Dice Mu.
Armand comenta que desde que oyó que a Mu lo entrenó el maestro Shion de Aries, su más ferviente deseo era de combatirlo y derrotarlo. Pero ahora que lo tiene enfrente se ha dado cuenta de que todo lo que se dice de él es mentira.
El santo dorado le contesta diciendo: -“Lo que dije sobre mi deseo de pelear contra ti es cierto. Pero de eso a insultar a su maestro, eso es algo que no puedo pasar por alto”.
El olimpiano le pregunta si ha decidido pelear, el santo dorado dice que no hay otra salida...
-“Te arrepentirás de haber retado a Mu, ya que él es el segundo santo dorado más poderoso”. Exclama Afrodita.
-“Sí, pero también es cierto que en Starhill ustedes los santos de Athena no pueden desarrollar su cosmos. Ahora Mu, sabiendo esto, ¿Estás preparado para pelear?”. Dice Armand.
Mu solo asienta con la cabeza.
-“Entonces ahora probarás mi poderoso ken: “¡Centella de Trueno!””. Grita Armand.
Armand esta convencido de que Mu no podrá hacer nada, ya que en Starhill los santos no pueden usar sus poderes y habilidades; se necesita tener el nivel de un Dios para hacerlo. Pero para su sorpresa, Mu desaparece esquivando su ataque y después aparece sobre él y le dice:
-“Cuando te dije que no quería pelear contigo por que no estaba a tu nivel, era en serio ya que no deseaba humillarte. Y ahora que he visto tu poder, veo que estaba en lo cierto. Pero como muestra de mi buena voluntad te perdonaré la vida si aceptas tu derrota y te quitas de nuestro camino. Tú decides”.
Armand le contesta que no esta en posición de condicionar nada, ya que si no se hubiera quitado, el ken lo hubiera destruido.
-“Muy bien entonces recibiré tu poder de frente esta vez”. Dice Mu.
Armand concentra su cosmos al máximo y dispara nuevamente la “Centella de Trueno” contra Mu, el resultado es una tremenda explosión que hace temblar los cimientos del templo.
El Olimpiano está seguro de su victoria, pero... ¡Mu ha salido ileso!
Por última vez el santo dorado le pide que se rinda pero el olimpiano se niega de nuevo.
Armand comprende que no puede con Mu, así que antes de que lo elimine, quiere que le revele como le hizo para usar sus poderes en Starhill.
Mu le contesta que el puede usar sus poderes ahí; porque simplemente él no está en Starhill.
Armand se queda asombrado. El santo de Aries le dice que desde que se acercaban a la Colina Ida, sintieron un cosmos dentro de Starhill, pero en ese momento pensaron en que era del maestro Shion. Por eso los otros santos dorados no estaban preparados para enfrentarlo. Sin embargo, él se teletransportó a otra dimensión paralela a la nuestra y con los santos sólo dejo una proyección astral de su subconsciente controlada por el. Armand reconoce la victoria del santo dorado y se da por vencido a cambio de que le perdone la vida. Mu esta de acuerdo pero...
Al dar la espalda al Olimpiano, éste lo ataca con su “Centella de Trueno”; sin embargo a lo que le da es a una proyección astral de Mu quien esta arriba de él. Al darse cuenta de que todo el tiempo ha estado combatiendo contra un holograma, Armand comprende que ha llegado su hora ya que el santo de Aries es más poderoso que él. Mu lo ataca con su “Revolución del Polvo Estelar”, a diferencia de él, Armand no puede esquivar el ataque y queda reducido a polvo. Sólo su kamei permanece intacto...
CAPITULO IV: EL RETO DE LOS SANTOS DE BRONCE.
STARHILL.
Mu acaba de derrotar a Armand de Hércules; uno de los Doce Olimpianos que sirven a Zeus.
Ahora ya nada ni nadie les impide a los santos dorados llegar al Olimpo.
EN ALGUN LUGAR DEL MAR EGEO.
Shion de Aries ha llevado a los santos de bronce a una isla remota perdida en el Mar Egeo.
Los santos de bronce preguntan a Shion porque no los llevó al Olimpo como se los prometió.
A lo que Shion les contesta que a que irían ir al Olimpo con ese nivel tan bajo de poder.
Los santos de bronce se sorprenden.
EL OLIMPO.
Los santos dorados se encuentran ante un emisario de Zeus, el cual los conducirá ante el señor de los Dioses.
Les dice que su nombre es: Altair de Ganímedes; uno de los Doce Olimpianos. También les hace saber que para llegar a ver a Zeus, antes tendrán que atravesar: La Ciudad de los Dioses.
Que es una serie de templos enclavados en todo el Monte Olimpo; y que cada templo esta protegido a la entrada por guardias pretorianos, es decir los Doce Olimpianos. Sin mencionar que para atravesar cada templo tendrán que vérselas con uno de los Dioses del Olimpo.
El Olimpiano les advierte que no llegarán ni al primer templo, ya que el los derrotará.
Camus propone a los demás quedarse el a combatir. Los santos lo aceptan con desagrado y se marchan deseándole buena suerte.
Altair pregunta a Camus si se va a quedar a pelear solo, a lo que el santo dorado asienta con la cabeza. Altair sólo sonríe mostrando el número cinco con la palma de su mano; esto significa que la pelea sólo durará cinco segundos...
EN OTRO LUGAR.
-“¿En donde estamos?”. Pregunta Seiya.
Shion contesta que en un lugar perdido desde tiempos ancestrales.
-“Esta isla es sólo un pequeño pedazo de lo alguna vez fue el imponente continente de Tao. El cual era el hogar de mis ancestros, los constructores de las armaduras que portamos”. Dice el
maestro Shion.
También les dice que en el centro de la isla se encuentran unas grutas llamadas: “Las Cuevas de Sangüita”, se cuenta que aquel que logre atravesarlas obtendrá un poder supremo. Es por eso que los ha llevado ahí antes de ir al Olimpo.
EL OLIMPO.
Camus y Altair están por iniciar su pelea. Mientras tanto los demás santos dorados se acercan al primero de los templos del Olimpo.
Camus y Altair se miran de arriba abajo como queriéndose encontrar sus puntos débiles, y el santo dorado es el primero en atacar con un ken congelante que Altair esquiva con facilidad.
Camus lo felicita, pero le recomienda que revise su piernas... ¡Están congeladas!
El olimpiano no sale de su asombro, sin embargo le dice a Camus que eso no es suficiente para derrotarlo. El santo de Acuario promete a Altair que el siguiente ataque lo vencerá; ya que usará su mejor técnica: “¡La Ejecución Aurora!”...
Altair de Ganímedes recibe el aire congelado y es lanzado hacia arriba para después caer al suelo inerte. Camus decide que para honrar la valentía de su oponente le hará un ataúd.
El santo dorado da la media vuelta y se encamina a alcanzar a los demás santos, pero...
MIENTRAS TANTO EN OTRO LUGAR.
Seiya y sus amigos están por entrar a las cavernas que les contó el maestro Shion.
Shion les recomienda antes de entrar que ahí se van a ver cara a cara con sus más grandes temores, y que la única forma de alcanzar el poder supremo es seguir adelante sin importar que ó quien se tengan que enfrentar. –“Recuerden que ahí adentro se verán reflejados sus mentes.
A lo que más le teman encontrarán, sólo tienen que concentrarse y escuchar a su corazón no a
su mente, acallen su mente ¡Recuérdenlo! Sólo así lograrán atravesarlas”. Aconseja Shion.
Los santos de bronce comprenden.
EL OLIMPO.
Camus voltea y ocurre una gran explosión, ¡Altair se ha liberado del ataúd congelado!
El olimpiano se burla del ataque de Camus, y le que como se atrevió a creer que con esa temperatura lo iba a derrotar. Altair le dice que para congelar un kamei se requiere del golpe de varios ceros absolutos; para ser más exacto de por lo menos: ¡500,000 °C bajo cero!
Camus comprende que mientras Altair traiga puesto ese kamei será imposible vencerlo. Así que el santo de Acuario se prepara para su último ataque y concentra su cosmos, Altair usa su ken “Cruz de Aguila”; y para su sorpresa Camus la intenta rechazar con la “Ejecución de Aurora”. Sin embargo la balanza se inclina hacia el olimpiano...
El santo de Acuario se sabe perdido, apaga su cosmos y se despoja de su armadura dorada.
-“Ya no me servirá a mi, Hyoga hará un mejor uso de ella”. Piensa para sí.
Camus es golpeado por el ken y es derrotado sin remedio.
-“H..Hy...oga, a...a...diós. Cu..ida a...a A...thena p...por mí...í”. Se despide Camus de Hyoga.
MUY LEJOS DE AHÍ.
Hyoga siente la muerte de Camus, y quiere ir al Olimpo a vengarlo. Pero Shion lo detiene y le dice que ya nada puede hacerse, es mejor que se quede y entre a las cavernas; ya habrá tiempo después para vengar a Camus.
Hyoga comprende y decide quedarse y pasar las cavernas. Todos juntos entran...
CAPITULO V: EN BUSCA DEL PODER SUPREMO.
EL TEMPLO DE ZEUS, LA CIMA DEL OLIMPO.
Está a punto de comenzar una discusión que decidirá el destino del universo.
Eduardo de Zeus se encuentra reunido con Laertes de Hermes, el mensajero de los Dioses le comunica al señor del Olimpo que Poseidón y Apolo quieren verlo. En eso llega Ares, el Dios de la Guerra; Zeus le pide consejo. Ares sólo asiente con la cabeza, Zeus comprende.
-“Házlos pasar mi fiel Hermes”. Exclama el señor de los Dioses.
EN UNA ISLA PERDIDA DEL MAR EGEO.
Seiya y los otros han empezado ha adentrarse en las cavernas de Sangüita.
Al poco tiempo de andar se dan cuenta que el camino se divide en cuatro senderos, por lo que deciden separarse para seguir cada uno su camino y prometen encontrarse en la salida para juntos derrotar a Zeus. Afuera Shion se pregunta si lo lograrán. El sabe que ya puede perder más el tiempo ahí y decide ir por Dohko para ayudar a los santos dorados en el Olimpo.
EL OLIMPO.
Saga, Milo, Aioria, Mu y Afrodita han llegado a la primera ciudadela del Olimpo, donde se halla el templo de la Armonía y Paz Universal.
Sin embargo justo cuando van a entrar aparece otro olimpiano más.
-“Ustedes no entrarán a este templo que representa la armonía y la paz del universo. Yo Gad de Odiseo, guardia pretoriano de este recinto sagrado, los destruiré”. Exclama el olimpiano.
Milo de Escorpión dice que ha llegado la hora de que le toque combatir por lo que ha decidido quedarse a pelear contra Gad de Odiseo. Los demás santos están de acuerdo y se despiden de él. Pero Gad no está dispuesto a dejarlos ir, así que se pone en su camino. Milo lo detiene con la “Restricción”, al momento que les dice a Mu y a los demás que se vayan.
MIENTRAS TANTO EN EL TEMPLO DE ZEUS.
Poseidón y Apolo tratan de convencer al señor de los dioses de que aún no es tiempo de que se castigue a la humanidad.
-“Bien, los escucho”. Habla Zeus.
-“Escucha mi señor, esto que estás haciendo no debe ser ya que aún no es tiempo para juzgar a los humanos ni tampoco para que establezcas tu utopía”.
Zeus les dice que si eso era todo lo que tenían que hablar entonces les sugeriría que se fueran y que no perdieran el tiempo, él no se detendrá en sus planes de castigar a la humanidad por sus actos.
Es entonces que Poseidón le dice que no les deja otra opción más que... ¡Derrotarlo!
Zeus sólo sonríe ante las palabras desafiantes del emperador de los mares.
Zeus les dice que aceptará su desafío y les advierte que no les va a tener compasión. Justo en ese momento se escucha una voz: -“Mi señor, no tiene por que rebajarse a destruir a estos dos traidores. Déjemelos a mí”.
Se trata de... ¡Ares, el Dios de la Guerra!
LAS CAVERNAS DE SANGÜITA.
Seiya y sus amigos se han separado, y ahora él se encuentra corriendo por un camino que parece no tener fin, cuando nota a lo lejos una luz; cree que es la salida así que se apresura y al llegar al lugar de la luz se da cuenta que entró a un cuarto cubierto de luz y que no tiene salida
De pronto llega un extraño que lo llama por su nombre, Seiya voltea y se da cuenta que es él mismo
EL OLIMPO.
Zeus ha dado permiso a Ares de encargarse de Poseidón y Apolo.
Después de esto el señor de los Dioses se marcha.
Ares les dice que los vencerá sin usar todo su poder, y que aún así no tendrán oportunidad en su contra. Apolo aconseja a Poseidón atacarlo juntos pero éste se niega y le aclara que él solo lo enfrentará y que no desea que intervenga.
Poseidón enciende su cosmos y ataca, una y otra vez sin causarle daño al Dios de la guerra.
Ares responde con una ráfaga de energía que azota a Poseidón contra el techo del templo.
-“Ahora es tu turno, Apolo”. Amenaza Ares.
Sin embargo en ese momento se siente un inmenso cosmos, al voltear se dan cuenta de que es...
¡Poseidón!
Repentinamente aparece el tridente del emperador del océano, Ares ahora lo comprende, ¡El
verdadero Poseidón acaba de despertar!
MIENTRAS TANTO EN EL TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria, Afrodita, Saga y Mu quienes han entrado al primero de los templos divinos se percatan de que al parecer no hay nadie dentro del recinto sagrado. De pronto empieza a aparecer una espesa niebla que lo cubre todo. Saga propone dividirse en dos grupos para cubrir más terreno y así encontrar la salida. Y así lo hacen, Saga y Mu van por un lado y Aioria y Afrodita por el otro.
Al poco tiempo de separarse se empieza a escuchar una bella melodía la cual hace que los envuelva la niebla y en unos instantes unos desaparecen a la vista de los otros.
Aioria habla a Afrodita y éste le contesta aunque no lo puede ver; En eso se dan cuenta de que no están solos en la habitación, una especie de guerrero oscuro ha aparecido enfrente de cada uno de ellos. Pero no sólo Afrodita y Aioria lo ven, sino que también a Saga y Mu les pasa lo mismo.
Aioria le dice a Afrodita que tal vez ese guerrero es el Dios guardián del templo, y que si lo derrotan podrán seguir adelante. Afrodita le contesta que puede que tenga razón, así que se dispone a atacarlo.
Al mismo tiempo, Aioria ve venir al guerrero oscuro en su contra. Sin embargo logra eludirlo.
Y responde con un ken a la velocidad de la luz, para su sorpresa, su oponente lo esquiva con mucha facilidad. Ninguno de los dos santos puede hacerle daño a su rival; así que deciden usar sus técnicas especiales.
Afrodita usará una técnica nueva y más poderosa que su rosas, mientras que Aioria usará su “Plasma de Relámpago”.
Los santos atacan al mismo tiempo a su rival, pero, los guerreros oscuros también atacan al unísono provocando tremenda explosión que hace que todos salgan volando por los aires...
EN OTRA PARTE DEL TEMPLO.
A Mu y a Saga les está ocurriendo lo mismo, sólo que ellos no han atacado a los guerreros oscuros sino que se han puesto a esperar a que los ataquen. Saga comenta que es muy poco probable que esos guerreros sean los guardianes del templo. Mu no lo escucha pues está meditando como salir de ahí. El santo de Aries aquieta su mente, cierra los ojos, y se concentra en el guerrero que está frente a él; y para su sorpresa al abrirlos el guerrero es en realidad...
¡Saga de Géminis!
Saga observa que por fin el guerrero empieza a moverse hacia él, así que se prepara para reci- bir el ataque. El guerrero se para frente a él y le pone la mano sobre el rostro; y al retirarla, el santo de Géminis se percata de que a quien tiene frente a él es a... ¡Mu! y no al guerrero oscuro.
En eso se escucha una voz que los felicita por haber resuelto el enigma del templo, y les dice que se han ganado el derecho de seguir adelante.
Los santos preguntan que quien es, sin recibir respuesta alguna.
Comprenden que es el guardián del templo y deciden seguir adelante a la siguiente ciudadela,
Preguntándose si Aioria y Afrodita habrían logrado pasar ya.
Mientras tanto los otros santos dorados apenas se recuperan del impacto de sus kens.
De pronto se escucha la misma voz que oyeron Saga y Mu diciendo: -“Veo que han soportado la pelea. Creo que los subestimé, ya que pensé que con ese ataque se iban a destruir mutuamente pero me equivoqué. Así que voy tener la penosa necesidad de matarlos yo mismo”.
Los santos se preguntan a que se refiere con que se iban a eliminar ellos mismos y en eso se disipa la niebla que envolvía al cuarto y se percatan que estaban luchando el uno contra el otro y que nunca existieron los guerreros oscuros, sino que eran ellos mismos.
Un rayo de luz atraviesa el templo y cae frente a ellos. Una figura humana sale de él, ahora los santos dorados saben que el verdadero combate está por comenzar...
VOL. III.
CAPITULO I: ¡EL NOVENO SENTIDO, EL KUNDALINI!
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Ante Aioria y Afrodita se presenta el guardián del templo.
El extraño les dice que es Acteón de Eros, el guardián del templo de la Armonía y Paz Universal. Los santos se asombran del impresionante cosmos que posee Acteón.
Aioria le dice a Afrodita que tendrán que pelear los dos al mismo tiempo si es que quieren poder vencer al Dios guardián de ese templo. A regañadientes el santo de Piscis acepta.
CAVERNAS DE SANGÜITA.
Seiya se encuentra con lo que parece ser el lado negativo de él mismo, y no puede derrotar a tal adversario; por otro lado Hyoga acaba de llegar a un lugar que es idéntico a su tierra natal, Siberia. De pronto aparecen ante él Camus, Cristal e Isaac, quienes le reprochan su fracaso como santo. Mientras tanto Shiryu se encuentra cara a cara con los más terribles rivales a los que ha enfrentado, y para colmo, en el instante de verlos... ¡Vuelve a perder la vista!
Por su parte, ante Shun aparece Ikki, ¡Quien tiene la intención de matarlo!
MIENTRAS TANTO EN LAS AFUERAS DE LA PRIMERA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Milo de Escorpión ha inmovilizado a Gad de Odiseo, uno de los olimpianos de Zeus, para que sus compañeros pudieran seguir adelante.
-“¿De manera que crees que este truco puede detenerme?”. Cuestiona sarcásticamente Gad.
Milo le contesta que sólo era para que los santos dorados pudieran entrar al templo. Gad le dice que entiende, que lo hizo para que nadie interfiriera en su combate.
El olimpiano ataca a Milo, pero éste se desaparece ante sus ojos. Gad está sorprendido por la velocidad del santo, y está decidido a atacarlo con todo su poder.
Gad pregunta a Milo si ha oído hablar de la “Auriga de Odiseo”; éste responde que no y el olimpiano le dice que en la mitología, Odiseo, el rey de Ítaca era uno de los guerreros más poderosos al servicio de Athena y que la diosa después de su aventura en Troya y tras haber estado perdido veinte años demostrando su valor y tenacidad, ella le entregó una auriga mágica forjada por Hefestos, la cual cortaba cualquier cosa y que no importara a donde la lanzara siempre regresaría a su mano. Al terminar de hablar lleva su mano a la espalda y saca la... ¡“Auriga de Odiseo”!
EN OTRO LUGAR, LEJOS DE AHÍ.
Seiya no puede derrotar a su sombra ya que al atacarlo es como si golpeara un holograma y no sólo eso, con cada ataque la sombra responde con más poder y velocidad. Lo mismo pasa con los demás santos con sus respectivos rivales.
Cuando están a punto de darse por vencidos, todos escuchan la voz del maestro Shion; quien les dice: -“Recuerden que en ese lugar se reflejan sus mentes, a lo que más teman hallarán. El cosmos que es activado por el proceso de respiración abre los shakras; que son los siete puntos vitales en los que el ser humano almacena energía. Pasando por los meridianos llega hasta el tope de la cabeza para terminar sublimándose. A todos aquellos que logren hacerlo se les llama: “Guerreros Kundalini”, que son los que han adquirido el noveno sentido”.
Los santos comprenden que para derrotar a sus oponentes necesitan despertar el noveno sentido. El maestro Shion les dice que cuando sientan y escuchen en su corazón al noveno sentido su poder ya no será el mismo.
Seiya sigue atacando a su sombra con los mismos resultados infructuosos. Sin embargo se da cuenta de que si él ataca, su oponente responde y ahora que ha dejado de atacar la sombra está inmóvil. Comprende que nunca le ganará si no se concentra y despierta los siete shakras.
Seiya cierra los ojos y se concentra de pronto una luz empieza a cubrir su cuerpo, empezando en la parte baja del abdomen hasta la cabeza; y un gigantesco cosmos emana de él...
El santo de Pegaso ataca nuevamente, pero esta vez su rival es destruido por el ken de Seiya.
Al ser vencida la sombra, Seiya puede ver que la salida de las cavernas esta justo frente a él...
Y con Shiryu...
El santo del Dragón siente que no podrá vencer a sus rivales si no adquiere el noveno sentido tal y como lo dijo Shion. En ese instante recuerda que para vencer a esos enemigos necesitó hacer arder todo su cosmos hasta el punto de hacerlo estallar. Las enseñanzas de Dohko vienen a su cabeza. Cuando su maestro le dijo: -“El propósito original de la pelea, recuerda que si no tienes un objetivo por el cual tienes que ganar serás derrotado”.
Shiryu piensa que en esta ocasión es lo mismo, por lo que va a aumentar su cosmos al punto de explosión y alcanzará el nivel del Guerrero Kundalini.
-“Shion dijo que cuando alcanzáramos el noveno sentido lo sentiríamos desde el fondo del corazón. Ahora lo sé, ¡Estoy listo para liberar al último Dragón!”. Piensa Shiryu.
Con su poder el santo del Dragón derrota a sus oponentes y obtiene el derecho a salir de ese lugar.
Con Hyoga...
El santo del Cisne está siendo vapuleado por Camus, Isaac y Cristal ya que no quiere pelear en contra de ellos. Sin embargo empieza a reflexionar sobre lo que siempre le aconsejaron sus maestros; que cuando estuviera combatiendo a un rival no importara quien fuera, debería de pelear con todas sus fuerzas. Hyoga se concentra en el momento en que adquirió el grandioso aire frío del cero absoluto el cual es mucho más poderoso que el de su maestro Camus.
Sin darse cuenta ya no estaba en Siberia, y Cristal e Isaac habían desaparecido. Ahora estaba en la casa de Acuario combatiendo con Camus. Hyoga sabía que en lo que pensará ahí adentro se materializaría, por lo que decidió trasladarse al momento de su vida donde tuvo que usar todo su cosmos para vencer al más terrible de sus rivales, Camus de Acuario.
La batalla llega a su clímax, el momento en que los dos realizaron la “Ejecución de Aurora” al mismo tiempo. Hyoga eleva al máximo su cosmos y libera su poder... En ese momento todo se cubre de luz y la salida de las cavernas aparece frente a él.
Mientras tanto con Shun...
Éste está desesperado por que la cadena de Andrómeda no le causa el menor daño a... ¿Ikki?
El falso Ikki ataca una y otra vez sin respuesta, hasta que de pronto Shun escucha la voz de su hermano que le dice: -“Shun, escucha esto; no debes darte por vencido ya que en tus manos se encuentra el destino del Universo. Tienes que ser muy fuerte y soportar todas las adversidades hasta mi regreso. Demuéstrame que puedes derrotar a cualquier enemigo sin mi ayuda, ¡Tú sólo! ¡Adelante Shun!”.
Shun comprende las palabras de su hermano y eleva su cosmos al nivel más alto, y por primera vez siente seguridad en sí mismo para derrotar a un oponente, de ésta forma alcanza el noveno sentido y grita con todas sus fuerzas: -“¡Ikki, mírame! Aquí está el mayor poder de Shun Andrómeda”. Se produce una gran explosión y al disiparse, Shun puede ver la salida...
Ya afuera todos los santos de bronce se reúnen. Y descubren que en una especie de plazoleta en las afueras de las cavernas están sus estatuas...
CAPITULO II: ¡LA IRA DEL GUERRERO DE LOS HIELOS!
LAS CAVERNAS DE SANGÜITA.
Los santos de bronce están asombrados por ver sus estatuas. En ese momento aparece Shion, quién les dice que desde tiempos inmemoriales se les esperaba en ese lugar. Ya que ellos son los santos elegidos que pelearán en la última de las batallas. Después de felicitarlos por haber pasado el reto de las cavernas, les dice que no hay tiempo que perder deben ir a ayudar a los santos dorados que combaten en el Monte Olimpo.
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Saga y Mu están a punto de llegar al segundo templo, de pronto un extraño les sale al paso.
Él les dice que es el guardia pretoriano de la segunda ciudadela, donde se encuentra el templo de la Guerra Santa. Y su nombre es Vane de Pólux.
Saga le pide a Mu que siga adelante, por que su fuerza será de gran ayuda más adelante para derrotar a Zeus. Mu acepta y se marcha sin que Vane le impida el paso.
EN OTRO LUGAR MIENTRAS TANTO...
Seiya y sus amigos se preparan para ir al Olimpo. En ese instante aparece ante ellos un extraño, el cual les dice que antes de ir a pelear con Zeus necesitan unas nuevas armaduras más poderosas que las que traen. Los santos lo cuestionan sobre quien es y éste les contesta que su identidad no vale la pena, que sólo está ahí para ayudar a darle más poder a los ropajes de ellos. Por lo que les trajo un obsequio, entonces les muestra una crátera la cual está llena de sangre. Seiya le pregunta de quien es la sangre a lo que el extraño contesta que lo único que tienen que saber es que... ¡Es sangre de dioses! Después de esto desaparece tan rápido como llegó. Shion comenta que no sabe quien era el mensajero, pero de lo que está seguro es que esa sangre si es de dioses; y con ella va a renovar las armaduras...
TEMPLO DE LA ARMONÍA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria y Afrodita están por iniciar su combate en contra del Dios Guardián del templo, Acteón de Eros.
El santo de Leo le recuerda a Afrodita que tienen que pelear los dos juntos para derrotar al Dios. Sin embargo Afrodita hace caso omiso del consejo y ataca a Acteón con su nuevo ken: “Rosas Estelares”, pero el Dios no sufre ningún daño y el ataque del santo de Piscis vuelve en contra de sí mismo. Acteón le recuerda que aquel mortal que se atreva a levantar su puño en contra de un Dios será castigado, el poder en contra de un Dios se regresará en contra suya.
Por lo tanto, el Dios de Eros se dispone a castigar a Afrodita. Así que toca una nota con las cuerdas de su lira y, el cuerpo del santo dorado es lanzado contra los muros del templo.
MIENTRAS EN LA ENTRADA AL OLIMPO.
Seiya y los demás santos han llegado al Olimpo, vistiendo las nuevas armaduras que reparó Shion y se encuentran frente a la primera ciudadela de los Dioses.
De pronto, Hyoga descubre el cuerpo inerte de Camus de Acuario.
En ese momento, Altair de Ganímedes aparece frente a ellos. Hyoga le pregunta si él mató a Camus. El olimpiano sólo asiente con la cabeza, y les advierte que no los va a dejar seguir adelante.
Hyoga les dice a sus amigos que él se quedará y que ellos sigan adelante. Altair dice que no dejará que ninguno de ellos se vaya, y Hyoga le dispara un rayo frío con su dedo índice al tiempo que dice a Seiya y los otros que corran. El olimpiano repite que no pasarán, pero cuando trata de detenerlos no se puede mover, ya que un círculo de hielo está alrededor de su cuerpo.
-“Ese es el círculo de hielo”. Exclama Hyoga.
También le dice que entre más trate de moverse aparecerán más y más círculos a su alrededor y le será imposible liberarse. Sin embargo se lo quitará una vez que sus amigos estén lo suficientemente lejos de ahí.
Altair le dice que es muy amable, pero que de todas formas él puede liberarse por sí mismo.
Así que enciende su cosmos y destruye el círculo de hielo que Hyoga le había puesto...
Sin tiempo que perder, Hyoga ataca a Altair con el “Polvo de Diamante” enviándolo a volar lejos. El olimpiano le dice que es mejor de lo que esperaba, sin embargo con ese poder no podrá vencerlo. Hyoga le dice que lo va a hacer sufrir poco a poco para que pague por la muerte de Camus. Enseguida el santo del Cisne se lanza sobre las piernas de Altair y se las congela, para después atacarlo con el chorro frío de su “Rayo de Aurora”, el olimpiano es elevado por los aires y cae pesadamente estrellándose contra el suelo.
Altair se levanta enfurecido y le dice a Hyoga que lo acabará con lo que derrotó Camus, la “Cruz del Aguila”.
El santo de Athena recibe el ataque y es estrellado contra un pilar de mármol. Altair está seguro que Hyoga no aguantó el ataque y que ha sido derrotado, pero, cuando se acerca al cuerpo de éste, Hyoga está burlándose del ken. El olimpiano no puede creerlo, y más aún cuando se levanta sin ningún rasguño en su armadura.
Hyoga le dice a Altair que lo eliminará con el ken que aprendió de Camus, la “Ejecución de Aurora”. Sin embargo, Altair va a contraatacar con su ken más poderoso; “Ataque de Altair”.
El olimpiano y el santo atacan al mismo tiempo, y los kens chocan siendo el de Hyoga el más poderoso golpeando irremediablemente a Altair convirtiéndolo en una estatua de hielo para después salir disparado hacia arriba y caer al suelo haciéndose mil pedazos...
CAPITULO III: LOS GEMELOS DIOSCUROS, CASTOR Y PÓLUX.
Seiya, Shiryu, y Shun han dejado atrás a Hyoga combatiendo con Altair y llegan a la primera ciudadela, donde se halla el primero de los templos, se trata del templo de la Armonía y Paz Universal donde se encuentran peleando Milo de Escorpión y Gad de Odiseo.
Seiya pregunta a Milo si desea que lo ayuden a lo que éste le contesta que no los necesita y que mejor vayan a auxiliar a los otros santos dorados que han entrado al templo.
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria de Leo se encuentra combatiendo a Acteón de Eros, Dios Guardián del templo.
Acteón le dice a Aioria que derrotó de esa forma tan fácil a Afrodita sólo para mostrarle una pequeña parte de su poder con la esperanza de que se acobardara y huyera sin tener que matarlo sin sentido, pero ve que está dispuesto a pelear hasta la muerte. Así que no le queda más remedio que eliminarlo.
-“Para derrotarte ni siquiera utilizaré mi lira, con esto tendrás”. Amenaza Acteón.
El ataque lanza a Aioria contra unos pilares del templo y después se le vienen encima pesados escombros.
Acteón se da la vuelta victorioso, pero en eso se escucha una voz: -“Aún no me has derrotado”.
¡Es Aioria! Quien le dice al Dios que ahora verá su verdadero poder.
Eros le dice que si cree que con lo que derrotó al olimpiano Neir de Ayax, lo vencerá; está loco.
Aioria empieza a encender su cosmos hasta un nivel más alto que el utilizó contra Neir, y ataca a Acteón con toda su fuerza. El Dios atrapa el ken con sus manos, pero aún así es arrastrado varios metros. Acteón felicita a Aioria por lo que acaba de hacer. Diciéndole que es un buen rival después de todo, por lo que peleará a su nivel. Después de esto se despoja de su toga y enciende su cosmos... Y a la velocidad de la luz se planta enfrente del santo de Leo y le regresa el golpe con la misma fuerza...
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Saga de Géminis está a punto de comenzar su pelea en contra de Vane de Pólux, el olimpiano que protege la entrada al templo de la Guerra Santa.
-“Cuanto tiempo sin verte, Saga”. Exclama Vane.
Saga se sorprende, y le pregunta quien es.
A lo que el olimpiano le contesta que si ya no lo recuerda, tal vez si se quita la máscara lo reconozca...
-“¡No! ¡No es posible! Eres... eres... ¡El Maestro Vane, el antiguo santo de Géminis!”. Dice asombrado Saga.
Vane le dice a Saga que sólo está ahí para que no siga adelante. Saga le contesta que lo siente, pero no se va a detener y si es necesario peleará en su contra. Vane dice que no hay remedio, tendrá que destruirlo muy a pesar de que sea su alumno.
LO QUE ALGUNA VEZ FUE EL SANTUARIO, EN GRECIA.
Shion y el maestro Dohko se alistan para ir al Olimpo.
Dohko pregunta a Shion si el sabe en donde está la armadura de Athena. A lo que éste le dice que tal vez se perdió durante la batalla con Hades.
En eso llega Kanon a comunicarles que desea una nueva armadura ya que quiere ir a ayudar a su hermano y a los otros santos dorados. Shion le comunica que Saga ya le había pedido eso, así que Shion renovó las antiguas escamas del Dragón Marino y las transformó en la nueva y mejorada armadura de Géminis. Igual de poderosa que la de Saga.
Sin perder el tiempo Kanon corre a la habitación del Patriarca por su nueva armadura.
(Nota: La habitación del Patriarca, es una de las pocas cosas del Santuario que quedaron en pie. Ya que la onda expansiva de la explosión sólo alcanzó a llegar hasta la casa de Sagitario.)
ORIENTE, EN ALGÚN LUGAR DE UN BOSQUE.
Tatsumi y los santos de acero observan a través de la televisión el enorme cráter que quedó en lo que alguna vez fue el sitio más impenetrable del mundo, el Santuario de Grecia.
Preguntándose si acaso Saori, Seiya y los demás santos perecieron en esa explosión.
PRIMERA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Continúa la batalla entre Milo de Escorpión y Gad de Odiseo.
Milo sufre para esquivar la poderosa y veloz “Auriga de Odiseo”, hasta que Gad le dice que aunque la esquive el puro aire que desprende la auriga es capaz de cortar su armadura de oro. Y que si no le cree es mejor que se mire su ropaje. Para sorpresa de Milo, la armadura de Escorpión tiene rajaduras.
Sin embargo, Milo aún no se ha dado por vencido y planea atacar a Gad con las “Agujas Escarlatas”.
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Vane le da un ultimátum a Saga. Sin embargo, el santo de Géminis no está dispuesto a darse por vencido, así que el olimpiano se prepara para destruirlo.
Vane le dice al santo de Athena con lo acabará con su ken llamado “Explosión de Nova”.
Saga no puede eludir el ataque y queda en medio de la terrible explosión. Al desaparecer la nube de polvareda, sólo queda un Saga inconsciente en el centro de un gigantesco cráter.
El olimpiano piensa que ya todo acabó... sin embargo... ¡Saga se levanta!
De pronto una voz se escucha diciendo: -“No te confíes, Vane. Recuerda que él fue tu mejor discípulo”.
Ambos voltean para saber de quien se trata...
El recién llegado se presenta ante Saga: -“Yo soy Dagr de Cástor, y soy hermano de Vane. Sí así es, ¡Somos los gemelos Dioscuros, Cástor y Pólux! ”.
CAPITULO IV: ¡EL RUGIDO FINAL DEL LEON DORADO!
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria acaba de recibir un poderoso golpe de Acteón de Eros. No obstante aún no se rinde.
Acteón reta a Aioria a tratar de utilizar su máximo poder para derrotarlo.
SEGUNDA CIUDADELA DEL OLIMPO.
Cástor y Pólux se presentan ante Saga. Éste se encuentra sorprendido de saber que su maestro tiene un hermano gemelo.
Los hermanos Dioscuros preguntan a Saga si está asombrado de que sean dos los antiguos santos de Géminis. Saga les advierte que aunque sean dos, aún así los vencerá.
EN LAS AFUERAS DEL PRIMER TEMPLO DEL OLIMPO.
Los santos de bronce están por entrar en el templo de la Armonía y Paz Universal.
Shun les pide a Seiya y los demás que al entrar al templo, lo dejen y se vayan al siguiente, ya que ha decidido pelear ahí solo.
Seiya le dice que no importa lo fuerte que se hayan vuelto, los enemigos que les esperan en los templos son los más temibles que se han encontrado. Por lo que no lo puede dejar pelear solo contra el Dios guardián del templo.
Shun les comenta que en el tiempo que vivió la vida normalmente al lado de Ikki, le hizo una promesa; la cual era que si alguna vez estuviera amenazada la paz de la humanidad, tendría que pelear con todo su poder y que no importa que enemigo enfrentaría por sí mismo sin la ayuda de nadie para demostrarle que aún sin él, nunca se daría por vencido.
Seiya, Shiryu y Hyoga están de acuerdo con él y le dan su palabra de dejarlo combatir solo como lo desea.
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Aioria libera su terrible ken “Relámpago de Voltaje” en contra de Acteón de Eros, sin embargo el Dios lo atrapa con una sola mano.
Acteón le dice que si ese fue el ken más poderoso que tiene entonces ahora verá lo que es un verdadero ken de poder... Es el ¡“Pentagrama Cósmico”!.
El santo dorado es atrapado por un gigantesco remolino de pentagramas musicales, cuyas notas atraviesan una y otra vez su cuerpo provocándole heridas.
Acteón está asombrado por la resistencia de la armadura de Leo que no ha sufrido daño alguno tras el ataque. No obstante Aioria si se encuentra malherido...
Aioria decide usar su última técnica, aunque sabe que en el estado que se encuentra, puede costarle la vida. Se levanta y enciende su cosmos...
Acteón lo felicita por poder aún elevar su cosmos, pero que él con un pequeño esfuerzo podría opacar su cosmos. La lucha entre los dos cosmos empieza, siendo el de Acteón el más poderoso, sin embargo, Aioria no se rinde y aumenta aún más su cosmos.
MIENTRAS TANTO NO MUY LEJOS DE AHÍ...
Seiya y los demás sienten los dos enormes cosmos chocar, e identifican uno de los cosmos como el de Aioria. Por lo que se apresuran a llegar a ayudarlo.
PRIMERA CIUDADELA DEL OLIMPO.
La batalla entre Milo de Escorpión y Gad de Odiseo, continúa.
Milo ha decidido utilizar su técnica “Aguja Escarlata”, para derrotar a Gad. Así que arremete en contra del olimpiano con todo su poder, pero Gad lo esquiva fácilmente.
Gad se burla de Milo, pero éste le dice que se mire bien antes de burlarse. En efecto, para sorpresa de Gad, Milo logró alcanzarlo en cinco ocasiones.
El olimpiano reta a Milo hacerlo otra vez. El santo ataca de nuevo, y Gad lo vuelve a evadir; pero nuevamente es alcanzado por las agujas de Milo. Gad no puede creer como es que el santo dorado lo ha estado tocando y lo reta una vez más... El resultado es el mismo.
Milo le advierte a Gad que ya ha recibido catorce agujas, y si le asesta la última morirá sin remedio. Así que debe elegir entre rendirse o morir.
Gad sólo ríe y le dice que sus agujas son un truco de niños y que le demostrará lo que es un verdadero ken, su poderoso... ¡“Golpe de Saeta”!
El santo dorado se prepara a recibir el ataque, pero confiado en que derrotará a Gad.
Milo no intenta eludir el ken y es irremediablemente alcanzado por Gad, cuyo cuerpo asemeja a una flecha. Gad da una carcajada al ver el cuerpo del santo de Athena estrellarse contra los escalones de la entrada del templo.
Sin embargo, Milo aún vive y le dice que no se alegre tan rápido ya que en el transcurso del último ataque, logró atravesarlo con la última de sus agujas... ¡“Antares”!
El olimpiano dice que el “Antares”no le hizo el menor daño, así que como Milo sigue vivo a pesar de su ataque, ahora le cortará la cabeza usando su auriga. La auriga es lanzada por Gad y cuando está por cortar la cabeza de Milo, cae al suelo cortada en dos ante los ojos atónitos de Gad.
En eso de la entrada del templo de la Armonía y Paz Universal, aparece la silueta de alguien que se aproxima a Gad y Milo.
-“¿Tú? ¿Acaso puede ser posible que alguien como tú haya podido cortar la poderosa “Auriga de Odiseo?”. Pregunta Gad.
-“Así es, no permitiré que mueran más santos. Primero tendrás que vencerme a mí para matar a Milo. Y como ves no será fácil derrotarme. ¡Yo soy el Dragón Shiryu!”. Contesta el recién llegado...
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Los cosmos de Aioria y Acteón chocan, en un impresionante duelo.
Acteón advierte por última vez al santo dorado de Leo que lo destruirá si no se rinde, pero la respuesta es la misma, Aioria no se rendirá.
Acteón se prepara para atacar con su “Pentagrama Cósmico”, pero en ese instante... ¡Una cadena aparece y atrapa la mano del Dios!... Sí, así es, Seiya y Shun han llegado.
El Dios los cuestiona sobre quienes son a lo que contestan que ellos son: Pegaso Seiya, y Andrómeda Shun.
Aioria les explica la situación y les dice que no necesita su ayuda y que vayan al siguiente templo sin perder tiempo.
Aioria se despide de ellos encargándoles el cuidado de Athena y la paz del Universo. Ahora se dispone a utilizar su última técnica: el “Rugido de Leo”.
El cuerpo de Aioria empieza a girar hasta convertirse en una gigantesca esfera de energía que se impulsa a una velocidad más alta que la luz en contra de Acteón de Eros.
Al ver el último ken de Aioria, Acteón comprende que el “Rugido de Leo” no es cualquier cosa y debe enfrentarlo con seriedad... Pero el Dios aún no acaba de reflexionar eso, cuando no tiene tiempo de reaccionar y es envuelto en la enorme explosión que provoca el choque del ken de Aioria...
CAPITULO V: ¡LA DECLARACIÓN DE GUERRA DE ATHENA A ZEUS!
TEMPLO DE LA ARMONIA Y PAZ UNIVERSAL.
Tras el último ken de Aioria de Leo, sólo queda una inmensa nube de polvo en el templo.
Seiya y Shun saben que Aioria ha muerto en su último ataque contra Acteón de Eros, así que deciden que la mejor manera de honrar su memoria es seguir al siguiente templo.
Justo cuando están por abandonar el templo, oyen una voz que les dice: -“¡Esperen! No irán a ninguna parte hasta que me derroten”.
Los santos voltean y con asombro ven a Acteón de Eros, quien ha salido ileso del ataque de Aioria.
Shun le dice a Seiya que se vaya y que como decidieron antes, él se quedará a combatir solo.
Acteón les dice que a él no le importa si Seiya se va o no. Ya que cree que al ser santos de bronce no tienen oportunidad en contra de los Dioses y olimpianos de Zeus.
Seiya se despide de Shun y le dice que lo estará esperando para juntos derrotar a Zeus. Shun contesta que no importa lo que pase jamás deben mirar hacia atrás.
EN LAS AFUERAS DEL TEMPLO...
Shiryu y Gad de Odiseo están por iniciar su pelea.
Shiryu le dice a Gad que vengará a Milo. Gad le responde que cortar la “Auriga de Odiseo” fue un milagro que no se volverá a repetir, por lo que no tiene oportunidad de vencerlo.
El olimpiano amenaza a Shiryu con atacarlo con su “Golpe de Saeta”, a lo que el santo de bronce comenta que los ataques en segundas ocasiones no surten efecto en un santo.
Gad se enfurece ante tales palabras y dispara su mortal ken... Shiryu sale volando por el golpe, el olimpiano se siente victorioso; pero... para su sorpresa, el santo de Athena cae de pie y sin ningún rasguño.
Gad se pregunta que como le hizo Shiryu para soportar el ken a lo que éste le responde:-“Es verdad, tu ken es muy poderoso. Pero cuando me atacaste, yo me protegí de tu patada con mi escudo de Dragón”.
Shiryu le explica que el escudo de Dragón es el más poderoso de todos y no cualquier ataque lo daña. Además de que le hace saber que no volverá a usar ese ken de nuevo, porque tiene la pierna rota.
Gad cae de rodillas al darse cuenta que su kamei está cuarteado y el hueso de su pierna roto.
El santo de Athena le dice que le dará tiempo para que se cure la pierna antes de seguir el combate, ya que no quiere tener ventaja.
El olimpiano se levanta. Shiryu siente como el cosmos de Gad se eleva más y más...
-“Tú lo pediste Dragón, ahora sentirás en carne propia mi más terrible ken, el ¡“Cortador de Acero”! ”. Exclama lleno de ira Gad.
Todo el lugar se cubre de una luz intensa que al disiparse deja ver a ambos contendientes, Shiryu, que ha salido ileso al igual que su escudo del ataque... y Gad que ha perdido su brazo derecho, y no sólo eso, también su kamei ha sido cortado.
El olimpiano ahora sabe que Shiryu no es un santo de bronce común y corriente. Para empezar, ¿Cómo es que pudo entrar al Olimpo sí no es un Dios ó porta un kamei? Además, ¿Qué pude tener su brazo que ha sido capaz de cortar tanto la auriga como su kamei?
Shiryu le responde explicándole que la razón por la que ha podido entrar al Olimpo, es porque está usando la armadura bañada en sangre de un Dios, en cuanto a como fue capaz de cortar la auriga y el kamei de Odiseo, es sencillo, lo que pasa es que en su brazo derecho habita el espíritu de ¡“Excalibur”! la espada sagrada que corta lo que sea.
Gad ahora comprende como fue que Shiryu logró cortar la auriga y su kamei, pero aún así no se da por vencido. Por el contrario, se prepara para atacar nuevamente.
Shiryu le dice que no está dispuesto a pelear con un hombre que ya tiene un pie en la tumba. El olimpiano le pregunta de que está hablando, pero al ver su cuerpo lo entiende... De las heridas hechas por la “Aguja Escarlata” de Milo, está brotando toda la sangre de Gad; el cual cae inerte al momento.
Shiryu sabe que debe apresurarse, así que se dirige hacia el primer templo donde combaten Shun y Acteón de Eros...
MUY LEJOS DE AHÍ.
En una habitación dentro del templo del Cielo se encuentra Athena. Junto a ella están Eduardo de Zeus y su emisario, Laertes de Hermes.
Saori ha vuelto en sí. Zeus la saluda.
Athena lo cuestiona sobre quien es él. A lo que contesta el Dios: -“Yo soy Eduardo de Zeus, el emperador y soberano de todos los Dioses”.
-“Entonces tú eres la reencarnación de Zeus. Tu objetivo es la destrucción de la humanidad, ¿No es así?”. Cuestiona Saori.
-“Así es, los humanos se merecen el castigo que les daré. Lo que sufrirán no será más que las consecuencias de haber sido inútiles y desaprovechados. Sin embargo no sólo destruiré a los humanos, si no que reconstruiré el Universo. Tú y yo fuimos elegidos por dos seres omnipotentes, somos Dioses. Por eso es que a pesar de que eres la Diosa protectora de la Tierra, te salvé.”
Y lo que te propongo es que no trates de detenerme y te unas a mí en esto. Lo que te estoy pidiendo es que me ayudes a exterminar a la raza humana actual, y hacer una nueva a seme- janza de nosotros, los Dioses”. Exclama Zeus.
-“¡¡No!! ¡Cómo crees que voy a permitir tal atrocidad! Yo soy Athena, y junto con mis santos detendremos tus malignos planes. Te lo juro por mi vida.”. Responde tajante Athena.
-“No sé porque sabía que rechazarías mi propuesta, así que me preparé muy bien. ¡Laertes, ahora!”. Dice Zeus.
De entre las sombras de la habitación aparece Laertes de Hermes, uno de los Dioses del Olimpo que están al servicio de Zeus. Él cual comienza a tocar una hermosa melodía con su flauta que hace a Saori entrar en una especie de trance.
-“Muy bien, escúchame Athena; con ésta égida que te voy a poner estarás bajo mi control y quieras o no me ayudarás a eliminar a toda la humanidad y a establecer mi utopía como en la era mitológica.”. Exclama Zeus.
El señor de los Dioses ordena a Laertes despertar a Athena. Saori despierta.
-“¿Y bien Athena? ¿Aceptarás mi propuesta?”. Cuestiona Zeus a Saori.
-“Sí, mi señor Zeus. Con gusto le ayudaré a exterminar a los inútiles humanos”. Contesta ésta.
-“Así está mucho mejor”. Dice victorioso Eduardo de Zeus...
(Nota: En la mitología griega, la égida era una especie de vestimenta que Zeus le entregó a su hija Athena, cuando le dio la responsabilidad de dirigir el reino de la Tierra. Y la Diosa la portaba siempre debajo de su armadura en todas las batallas.)